08 agosto, 2013

Huelva, un paso atrás

 Las Colombinas de 2013 han sido muy diferentes a las de 2012. Hace un año se consideró a esta feria como una de las mejores de la temporada. A nadie se le escapa que la presencia de José Tomás fue fundamental para el éxito del ciclo. Ausente el fenómeno, este año se organizaron dos corridas de toros como base esencial de Colombinas, la clásica de rejones y un festejo de promoción. Sólo asistí a las corridas de toros. Y del triunfo de 2012 se ha pasado al fracaso de 2013. Es absurdo ponerle paños calientes al análisis. El fracaso queda definido por el detalle de que no se ha llenado la plaza en ninguna de las dos corridas y en el pobre ganado presentado. La empresa también es culpable de la enorme decepción que ha sufrido la afición. Su obligación era mantener la ilusión del público en un año difícil, pero los resultados han sido tan malos que en lugar de sembrar lo que han hecho es restar posibles aficionados para el futuro.
 
El centro de la polémica es el ganado lidiado en el mano a mano entre El Juli y Manzanares. Todos tienen su cuota de responsabilidad. Los de mayor culpabilidad son los toreros, porque llevaron una novillada a Huelva. Pero había formas de frenar el atropello. El ganadero se plegó a las exigencias de los toreros. La empresa miró a otro lado. La autoridad fue un monigote ridículo en medio de tanta figura. Y al final, la afición defraudada con una corrida impresentable. Se ha contado ya por activa y pasiva. Solo la generosidad y la falta de criterio del público permitieron las cinco orejas. En el colmo del atropello, esa gran figura llamada El Juli dejó que lo sacaran a hombros por la Puerta Grande. Es decir, que llevó becerros, anduvo mal con ellos, los mató de forma infame (eso sí muy pronto) y se fue a hombros saltándose el Reglamento.
 
Se debieron ir al hotel a pie. El petardo fue sonoro. La autoridad dice que le advirtió a El Juli que no era legal su salida. Es la prueba del caso que le hacen algunos toreros a la autoridad. Y el ejemplo de lo poco que mandan algunos. Y después de la corrida han surgido las declaraciones que dejan en mala posición a los protagonistas. Tanto El Juli como Manzanares hicieron comentarios en Twitter en los que en lugar de disculparse se mostraban ufanos y contentos. Y al final, como aperitivo, quedan las justificaciones de la autoridad y de la empresa.
 
La empresa se justifica de forma absurda sin ningún argumento de consistencia. Nada de lo que comentan puede paliar el desastre. Y al final, el presidente, llamado Juan León, que como casi todos los presidentes en Andalucía es una mera comparsa, dice que la corrida de Cuvillo tenía mucha cara. En fin, cara, lo que se dice cara, es la que tienen algunos. Si tuviera dignidad se marcharía, pero es muy bonito subir al palco en la Feria.

A mis respetados Carlos Pereda y Óscar Polo les recomendaría que piensen más en la afición y se olviden de los taurinos, ya que éstos por definición siempre intentarán bajar el nivel de los festejos y dar gato por liebre. El paso atrás de este año ha sido clamoroso. Y José Tomás no es seguro para 2014.
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06 agosto, 2013

La Puerta Grande en corridas de dos toreros

El pasado sábado, en el mano a mano de Huelva entre El Juli y Manzanares, el torero madrileño cortó dos orejas. Al final de la corrida salió a hombros por la Puerta Grande de La Merced junto a Manzanares, que había cortado tres orejas. Fue una salida completamente antirreglamentaria. Si ya de por sí la corrida fue una tomadura de pelo por el ganado lidiado, encima ambos tuvieron la desfachatez de irse por la Puerta Grande a hombros, con el agravante de que El Juli lo hizo saltándose el Reglamento. Para aclarar dudas se transcribe lo que dice el Reglamento Taurino de Andalucía vigente en su artículo 59, punto 2. Según las últimas noticias, el torero ha sido propuesto para sanción. De cualquier forma, si la autoridad hubiera estado atenta nunca hubiera sucedido.
Artículo 59. Los premios y trofeos.

1. Los premios o trofeos para los espadas consistirán, de menor a mayor relevancia, en el saludo desde el tercio, la vuelta al ruedo, la concesión de una o dos orejas del toro que haya lidiado y la salida a hombros de la plaza. Únicamente, de un modo excepcional, a juicio de la Presidencia, podrá ésta conceder como trofeo al espada el rabo de la res. Los banderilleros también podrán saludar desde el tercio, as. como los picadores en su recorrido de salida del ruedo.
2. Los premios o trofeos serán concedidos de la siguiente forma:
a) Los saludos y la vuelta al ruedo los realizará el espada, el banderillero o el picador atendiendo a los deseos del público que as. lo manifieste con sus aplausos.
b) La concesión de la primera oreja se realizará por la Presidencia, a petición mayoritaria del público mediante la tradicional exhibición de pañuelos blancos o elementos similares.
c) La segunda oreja de una misma res y, excepcionalmente, la concesión del rabo de ésta, quedará al criterio del Presidente o Presidenta del espectáculo, que deberá tener en cuenta, a tal fin, la petición mayoritaria del público de igual forma que en el subapartado anterior, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada.
El corte de apéndices se llevará efecto en presencia de un alguacilillo que será a su vez, el encargado de entregarlos al espada. Los mulilleros evitará la espera injustificada en la retirada de la res, pudiendo ser sancionados por su comportamiento intencionado.
La salida a hombros por la puerta grande o principal de la plaza solo se permitirá cuando el espada o rejoneador haya obtenido al menos dos orejas, salvo que la costumbre de la plaza tenga impuestos mayores requisitos. No obstante lo anterior, en las plazas de primera categoría deberán cortarse dos orejas en un mismo toro para permitir la salida a hombros por la puerta grande o principal del espada o rejoneador. Si se lidiaran tres reses, se permitirá la salida a hombros cuando se hayan obtenido al menos tres apéndices, y en caso de lidiarse seis, será requisito mínimo para salir a hombros la obtención de cuatro apéndices.
3. El Presidente o Presidenta del espectáculo, a petición mayoritaria del público, podrá otorgar como trofeo a la ganadería, mediante la exhibición del pañuelo azul, la vuelta al ruedo de la res que por su excepcional bravura durante la lidia sea merecedora de ello. En este supuesto, el ganadero o el mayoral podrán, según su criterio, saludar o dar la vuelta al ruedo cuando el público lo reclame mayoritariamente.

Así son las cosas, aunque muchos no se hayan querido enterar.
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Cuando esto se acabe

La frase más repetida, la que sale de lo más profundo de nuestros corazones es, “cuando esto se acabe”. ¿Cómo será ese día de la vu...