17 marzo, 2018

San Isidro promete


Miro hacia el sur contemplando los carteles de San Isidro y no puedo decir como un buen aficionado murciano cuando dijo que Sevilla no quería a Murcia, a propósito de las combinaciones de la Feria de Abril. Con la mirada corta del localismo puedo manifestar que Madrid quiere a Sevilla. El Cid, Escribano, Luque, Pepe Moral, Esaú Fernández, Alfonso Cadaval, Javier Jiménez conforman la nómina de sevillanos. Y si añadimos a los sevillanos adoptivos, como Lea Vicens, Cayetano, Roca Rey y Diego Ventura, el plantel es ciertamente muy completo. Pero estos carteles encierran otras lecturas.

Siempre digo lo mismo. Al margen de utopías y fantasías, ya me gustaría comprobar qué carteles hacemos quienes nos consideramos aficionados. Probablemente se parecerían mucho a los anunciados. No vale decir que me gustaría ver un cartel con Ponce, Tomás y Morante con la de Saltillo. Aunque es cierto que se echa en falta algún alarde de los toreros que están considerados como figuras. Esos mismos toreros que saldan su compromiso isidril con dos corridas y nada más.

Los carteles tienen buenas noticias. La inclusión de toreros como Román en la de Miura – atentos al cartel que es de los de mayor atractivo – es un detalle de categoría. Tal vez sea el único gesto de la Feria. Un chaval casi en los comienzos de su andadura se echa a las espaladas tres corridas y la de los toros de Zahariche entre ellas. Mi respeto. También congratula encontrar a David Galván en la cartelería. Pienso que es un  torero que no ha sido bien tratado por las empresas. Y también reconforta que se anuncien José Carlos Venegas, Emilio de Justo, Javier Castaño, Iván Vicente, Octavio Chacón, Javier Cortés y alguno más. 
  
La Feria tiene casi mayor atractivo por las ganaderías que por los matadores. Hay una gran variedad de hierros que pueden satisfacer las demandas de los que sueñan con un toro más fiero. Ahí están Dolores Aguirre, Pedraza, La Quinta, Ibán, Partido de Resina, Victorino y Adolfo, Rehuelga, Saltillo y Escolar, además de la que son más habituales en las ferias.

Y hay que alegrarse de la solución del caso Ventura. No solo tiene seis toros en San Isidro sino que en otoño se las verá con otros seis para él solo. Es un caso bien resuelto. Lo que no se arregla es que el sevillano-lusitano se enfrente a Hermoso en el ruedo. Siguen perdiendo el tiempo y el dinero.

La mejor información taurina en http://sevillatoro.es/

03 marzo, 2018

Tapias vacías



El mundo de los novilleros sigue en bancarrota. A la dificultad de poder torear debido a la disminución de novilladas picadas, ahora se encuentran con el problema de que casi les resulta imposible acudir  a tentaderos para su preparación de cara a la temporada. Los precios de las vacas de tienta se han disparado. Además, algunos los ganaderos tienen posibilidades de lograr ganancias con las distintas asociaciones de aficionados prácticos. Siempre he pensado que las vacas deben ser para los toreros en activo.

Pero la realidad es distinta. El número de becerras ha bajado en las ganaderías. La mayoría de los criadores han reducido las cabezas por las propias necesidades del mercado. Si encima las que se tientan están destinadas a  las figuras, se puede entender que los chavales tengan muchos problemas para poder torear en el campo.

Pero hay algo más. Algunos ganaderos se quejan de que cada vez hay menos aspirantes en la tapia. Debe ser el signo de los tiempos. La tapia ha sido una forma de escuela de aprendizaje de muchos matadores en sus comienzos. Ese halo romántico de los jóvenes esperando su oportunidad para pegarle pases a la vaca que ha exprimido la figura está desapareciendo en las plazas de tienta. Y no hay nada denigrante en ello. Sin embargo, en unos momentos en los que a un joven que ha toreado tres novilladas ya le llaman maestro, eso de irse a la tapia se considera de poca categoría.

Hay que comprender las quejas de muchos novilleros. Sin padrinos no hay quien se bautice. Todo es un cúmulo de problemas. Salen a plazas como Madrid a jugarse su futuro sin más bagaje que muchas horas de toreo de salón. Los recientes movimientos para la defensa de las novilladas con picadores me parecen oportunos y necesarios. Ahí está la base del toreo. El obligado y perentorio relevo está a la espera, aunque muchos no tienen la posibilidad de ponerse delante ni de una becerra. Es verdad que aquí a nadie le regalan nada, que los que están arriba se los han ganado, pero no es menos cierto que este sistema está cerrando las puertas de muchos toreros que se quedan en el camino. Es algo que debe movilizar al sector, aunque no estoy convencido que a algunos les interese que cambien las cosas.

La mejor información taurina en http://sevillatoro.es/

Cuando esto se acabe

La frase más repetida, la que sale de lo más profundo de nuestros corazones es, “cuando esto se acabe”. ¿Cómo será ese día de la vu...