22 julio, 2019

Toreros de Triana


Triana es un barrio de Sevilla conocido en todo el mundo por su personalidad bien definida. Es cierto que, como casi todo, el barrio ha sufrido un gran deterioro y ahora ya no se parece al que le dio fama universal. Ha sido la cuna de grandes artistas del flamenco y de otras muchas profesiones. Triana imprime un carácter especial a sus hijos. También se apodera de quienes, aunque no hayan nacido en ella, tienen la sensibilidad de captar sus esencias. El mundo de la canción, el teatro, el cine o el flamenco están llenos de nombres que vieron la primera luz en el barrio. Como es lógico, también los toreros de Triana son diferentes.
Por las calles de Triana camina un señor que debe estar un poco loco porque se ha puesto a escribir una trilogía que ha denominado ‘Cien toreros de Triana’. El primero de los libros ha sido publicado hace unos días. Comprende una relación completa de todos los toreros de Triana desde los comienzos de la Fiesta hasta Antonio Montes, el monaguillo de Santa Ana, y el precursor de Juan Belmonte.
Se llama Ángel Vela, en Triana es una autoridad amada y respetada porque es un contumaz defensor del barrio contra todo lo que suponga un menoscabo de sus tradiciones. Ha escrito sobre los flamencos, sobre artistas varios y ahora se ha puesto a juntar los nombres de los toreros nacidos a la otra orilla del Guadalquivir. Aparecen personajes que me eran totalmente desconocidos. Allí están El Pulga de Triana, La Fragoso, Quinito, Ángel García Padilla, El Nene, Costuras, el primer Chicuelo, José María Calderón, que vio morir a Montes en México y luego ayudó a Belmonte, en fin que son cien toreros de Triana hasta llegar a Antonio Montes, que naturalmente ocupa una extensa parte de este primer tomo de una trilogía que se presenta emocionante cuando uno sabe que llegarán en el futuro Belmonte, Cagancho, Curro Puya, Gitanillo de Triana, Susoni, Emilio Muñoz y muchos más.
Al pasar las hojas se siente que está el lector recuperando la esencia de una manera de vivir y sentir propias de unos corrales de vecinos, de unas calles llenas de arte y de unos hombres y mujeres irrepetibles. Ángel Vela, el cantor de Triana, ha rendido un gran homenaje a su barrio, pero también al toreo, que en Triana, por su barroquismo y profundidad, es algo personal y distinto a todo.

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04 julio, 2019

¿El bombo?



"Sin Morante ni Manzanares ni Talavante ni El Juli, San Isidro se presenta como uno de los peores de la historia". No es mío, lo escribió algún cronista. Había sorteado Ponce y aún no se sabía que El Juli ocuparía su sitio. Quienes escribimos deberíamos pensar dos veces lo que decimos. O en última instancia sería bueno rectificar cuando la realidad ha sido contundente en sentido contrario a nuestras predicciones. Sin esos toreros, y no porque no hayan estado, San Isidro ha sido el mejor de los últimos tiempos. Cuando un empresario organiza un ciclo con tantas noticias como el de Madrid, merece que se le reconozca y felicite. San Isidro de 2019 ha dejado claro que el toreo está avanzando lentamente hacia otra órbita distinta.

Lo que no entiendo es que Simón Casas proclame que la clave del éxito de San Isidro haya sido el bombo. De verdad, con la mano en el corazón, ¿alguien sabe que ganadería le cayó en el bombo a Ginés Marín o a quién le tocó Garcigrande? Del bombo solo nos acordamos que Roca Rey se emparejó con la de Adolfo Martín. Del resto, con sinceridad, hay que ir a hacer una consulta. Dice que el bombo ha permitido unir en los carteles a figuras con jóvenes promesas. Si solo uno de los toreros de las corridas del bombo llegaba por sorteo, los otros dos los ponía la empresa. ¿Tan difícil era que si Antonio Ferrera mataba la de El Puerto, poner a Perera y López Simón a su lado? El bombo tuvo morbo por la de Adolfo y nada más. San Isidro ha sido una buena Feria por otros motivos diferentes.

Ha sido buena porque el ganado ha estado bien elegido y han salido toros bravos en muchas tardes. Ha sido buena porque ha habido matadores que se han entregado para buscar el triunfo. Si hay toros y toreros, mérito de la empresa también, el resultado puede ser bueno. Y así ha ocurrido.

Luego hay otras lecturas, como las de la una autoridad sin criterio y  la de una plaza sin una línea de comportamiento. No se puede criticar a algunos lo que se les permite a otros. Pero esto no es nuevo. Lo que importa es que la emoción subió del ruedo a los tendidos y llegó incluso a los salones de las casas, lo que tiene mucho más mérito.

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Cuando esto se acabe

La frase más repetida, la que sale de lo más profundo de nuestros corazones es, “cuando esto se acabe”. ¿Cómo será ese día de la vu...