Después de muchas incertidumbres, por fin se podrá inaugurar la nueva plaza de toros de Utrera el día 8 de septiembre. Es una gran noticia para la ciudad que es cuna del toro bravo. En el recuerdo, siempre perdurará la antigua plaza, con un sabor único, escenario de grandes acontecimientos y, desgraciadamente, abatida por la piqueta. Hay nueva plaza y es una buena noticia, al margen de las peripecias que se han sucedido en el camino.
El Ayuntamiento, con una lentitud desesperante, ha liberado una partida económica para finalizar la plaza. En cuestiones taurinas, ha nombrado como empresario a Juan Manuel Rodríguez Vélez, a quien le subvenciona con algo de dinero los festejos de la inauguración. El cartel de día grande se conoce hace tiempo: El Fandi, Manzanares y Cayetano. Es un gran cartel para cualquiera plaza del mundo. Sin embargo, es un cartel muy injusto para un torero en activo que no podrá tener el honor de torear en la nueva plaza de su tierra en un día tan señalado. Es Luis Vilches, del que hay que volver a recordar que es único matador de toros en activo de Utrera en estos momentos, además de estar anunciado en agosto en la Maestranza de Sevilla. A partir de aquí, se han producido una sucesión de torpezas y comunicados ridículos que claman al cielo y dejan en evidencia a muchos personajes de la entrañable tierra de Utrera.
El Ayuntamiento debería exigir la presencia de Vilches en el cartel. No hay nada más bonito para una localidad que darle el sitio debido a un hijo del pueblo. Si el consistorio admite que Vilches no pise el ruedo del nuevo coso el día 8 de septiembre, está despreciando de forma lamentable a un paisano, que es un torero muy bueno y más que capacitado para representar a todos los lidiadores utreranos, los de antes y los de ahora. Si no hay una exigencia para su presencia, lo que hay es un rechazo, una ignorancia clamorosa, que indica que los primeros que no valoran a su torero son los políticos de Utrera, capitaneados por su alcalde, Francisco Jiménez, del Partido Andalucista, y al que Utrera no le debe nada en asuntos taurinos, más bien la condena por su escasa disposición para rematar la plaza.
También es lamentable la actitud de Rodríguez Vélez, que para justificar la ausencia de Vilches no tiene otra cosa que decir que “Cayetano es el torero más mediático de la historia”, o incluso tiene la desfachatez de dudar sobre si debe torear el citado Vilches o el retirado hace muchos años Curro Durán, o incluso Cuqui de Utrera, relaciones públicas del Betis. Dice que el cartel es el que le gusta y que lo ha confeccionado porque se juega su dinero. Me pregunto si un cartel con Luis Vilches, Manzanares y Cayetano no llenaría la plaza hasta la bandera. Lamentablemente, Rodríguez Vélez no ha hecho el cartel que le gusta, más bien ha rematado el que le han impuesto otros taurinos.
Lo más desagradable de este asunto es el ridículo comunicado de Tauroutrera. Como me une la amistad con algunos de sus componentes y les he ayudado siempre, con el debido respeto debo decirles que su comunicado es inesperado, sorprendente, absurdo y que le echa tierra por encima al único matador en activo de la localidad. Bueno es llamar a la calma, también es bueno alegrarse porque la plaza pueda inaugurarse y que Utrera vuelva a ser tierra de toros, pero dejar entrever de forma sibilina que “hay otros toreros en Utrera que han soñado con esa fecha” es una puñalada trapera para Vilches, porque, les guste o no, todos los toreros que mencionan (Curro Durán, Domingo Valderrama, Joaquín Díaz, Alberto de la Peña y Rondino) hace tiempo que están lejos de los ruedos. Es como si en Sevilla se celebrara una corrida especial en estos tiempos y en lugar de Morante se pidiera a Curro Romero…El ridículo acaba al comentar que hay muchos toreros en Utrera y que elegir a uno es complicado. Tauroutrera no quiere a Vilches. Ya sabe el buen torero utrerano el apoyo que tiene entre los suyos. Con estos paisanos no le hacen falta enemigos.
Nunca me podía imaginar que se ninguneara a Vilches de esta forma en su tierra. Tampoco me podía imaginar tantas majaderías en distintos comunicados para justificar lo injustificable. No sé si esto tiene arreglo (se podían lidiar 8 toros y asunto concluido). Lo que siento es una rabia interna porque se ha despreciado a un buen torero, que puede torear en la Maestranza y no en la inauguración de la plaza de su pueblo. Le han dejado solo, tanto los políticos como los taurinos, aunque lo más grave es que lo han dejado tirado los aficionados y los profesionales de Utrera, al menos quienes han firmado ese documento de Tauroutrera, que ha confirmado su descrédito porque no ha sido capaz de apoyar al ÚNICO matador de toros en activo de la localidad. Las circunstancias han querido que sea Luis y no otros. Vilches no tiene la culpa. Lo que no tiene es un pueblo que le apoye. Nunca más que ahora me gustaría que triunfara en Sevilla el 15 de agosto.
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Mire, señor Crivell, no voy a polemizar con usted, que para eso es quien es en esto de los toros. Pero no le voy a pasar por alto que diga lo que le dé la gana sin fundamento ninguno con respecto a Francisco Jiménez, alcalde de Utrera. ¿Cómo se atreve a decir que Utrera no le debe nada a Jiménez en asuntos taurinos más que la condena? Sepa usted, que ha sido Francisco Jiménez quien se encontró cuando llegó a la alcaldía una plaza en los terrenos de un colegio, de la que no había proyecto, de la que no se había pagado un sólo euro al constructor de lo poco que se había construido. A partir de ahí, ha sido su gobierno y su gestión la que ha permitido que se construya la plaza, eso sí, sin ayuda de ninguna otra administración y, menos aún de los aficionados a los toros de Utrera que lo único que han hecho es criticar y criticar en lugar de arrimar el hombro. Ha sido la voluntad del alcalde la que ha permitido que la plaza sea una realidad, en contra de mucha gente que, como yo, pensamos que es una barbaridad enterrar 4 millones de euros en una reminiscencia del circo romano, que en nada dignifica al ser humano del siglo XXI, pero ese es otro debate. Fue el alcalde, ese que no es taurino, la única voz política que se opuso al derribo de la antigua plaza de toros, e insisto, ha sido él, quien ha entendido que como alcalde gobierna para todos, incluso para aquellos a los que le gustan los toros. Por eso, porque conozco bien al alcalde y sé de su buena voluntad en todo esto, me permito decirle que, no sólo no lleva usted razón al hablar así de Jiménez, sino que no tiene ni idea. Ojalá, como ciudadana, no tuviera que ver cómo mi dinero se emplea para el regocijo de nadie a costa del sufrimiento de un ser vivo, pero a Dios lo que es de Dios, y a Jiménez lo que es suyo, que no es poco. Y a usted, que se entere de lo que realmente se le debe a cada uno.
ResponderEliminarSeñora, todo el mundo sabe el Utrera que el alcalde no ha sido diligente para acelerar la construcción de la plaza.Los aficionados de Utrera han clamado por la plaza durante muchos años. Recuerdo infinidad de actos en los que el alcalde se inhibía cuando salía el asunto de la nueva plaza, cómo se quedaba al margen para satisfacer a quienes le reclamaban más celeridad. Nunca ha ocultado su absoluta indiferencia por la Fiesta de los toros. A Utrera la han cansado en materia taurina. ¿Sabe lo que dicen en Utrera? Que Vilches no está en el cartel porque el alcalde no ha querido. Yo no me lo puedo creer, pero es lo que dicen. Tiene en su mano solucionar este desaguisado. Le basta con exigir a la empresa que anuncie 8 toros y que un utrerano, el único en activo, toree en la inauguración del coso. Me gusta su defensa del alcalde, porque me gusta la gente apasionada, pero usted ha pinchado en hueso en este asunto. Gracias por sus palabras.
ResponderEliminarDentro del ámbito del absurdo, la señorita y ciudadana Carmela se declara anti y lee este blog. ¿Quién se traga eso? Carmela debe ser uno de los simpáticos heterónimos del alcalde de marras o de uno de sus secuaces.
ResponderEliminarPero eso sí, ¡Vivan Caye y Paquirri Segundo!
Las figuras que hacen falta, por no hablar de Ponces y Castellas, quitándole puestos a los toreros de la tierra en las plazas de segunda y tercera.