El pasado miércoles fue homenajeado por la prensa taurina
sevillana Alfonso Guajardo Fajardo, hasta hace escasas fechas Teniente Hermano
Mayor de la Real Maestranza.
El homenaje fue una iniciativa de la mayoría de los informadores de toros de
Sevilla, que querían agradecer a quien durante sus seis años al frente de la
entidad ha dado muestras sobradas de educación, categoría y comprensión para
facilitar el trabajo de los que se dedican a publicar y fotografiar la Fiesta en Sevilla. Tras la
idea inicial de José Luis López se mandó la convocatoria a treinta periodistas
taurinos de Sevilla, de los que asistieron veintitrés. La mayoría de los que no
acudieron justificaron su ausencia por motivos laborales y sólo en tres casos no
hubo respuesta. Es decir, una aplastante mayoría de informadores taurinos de
Sevilla consideraron que Alfonso Guajardo era merecedor del agradecimiento por
su actitud en estos años al frente de la Maestranza. En
la placa que se le entregó lo decía bien claro: “por su colaboración y
amistad”.
Naturalmente ha habido algunas voces discrepantes. En
realidad son de mínima entidad, pero en este campo abierto de Internet, donde
cualquiera (yo mismo) puede exponer sus opiniones, resulta lamentable que se
escriban algunas cosas. En el acto se reunieron periodistas y fotógrafos de
todas las calañas, gentes que son amigos y otros que ni se hablan, pero que esa
noche tenían muy claro que la personalidad de Alfonso Guajardo, y su relación
con los medios de comunicación, ha sido más que ejemplar y no valían ni
enemistades ni enfados. Y nadie de los presentes, repito que la mayoría de los
periodistas taurinos de Sevilla, tuvo ningún pudor en comer con el maestrante,
un modelo de caballerosidad y capacidad de diálogo. El acto fue tan libre que
asistieron críticos de medios que son habitualmente críticos con la Real Maestranza.
El ejercicio de la crítica es sano y necesario, siempre que se haga sin ofensas
personales.
De las opiniones discrepantes hay que mencionar algunas. No
sería justo aparcar algunas opiniones. Por ejemplo, el comentario firmado por
Enrique Píriz: “Y los autotitulados informadores taurinos de Sevilla, le dan un
homenaje al manijero (saliente) de los propietarios de la plaza. ¡Que tropa!
¡Que poca dignidad! Es muy desafortunado. Se puede estar en desacuerdo con
el homenaje, pero hablar de poca dignidad retrata a este señor. Y no debe
hablar de tropa, porque con la suya tiene bastante. Otra perla es la firmada por Paco Díaz en referencia a la
fotografía del acto: Una foto histórica,
un auténtico documento social de como están las cosas.
Las cosas están de forma que cualquiera puede hablar de
toros. Este mismo señor escribió esto en septiembre de 2010: Muy somero nos ha salido el resumen pero el
mismo solo era una excusa para tratar de llegar a la conclusión y denuncia explicita de los Barberos Silenciosos, quiero decir de esta
prensa taurina y no taurina, desvergonzada e indigna que lleva más de un año
afeitando la información sobre todos estos temas sin el mas mínimo escrúpulo
profesional.
Nadie de quienes hacen prensa taurina en Sevilla se querelló
contra ese señor por estas palabras, escritas y perdidas en la red, pero ahí
están. Esos barberos silenciosos deberán ser ahora indignos porque le han dicho
a Alfonso Guajardo: gracias por ser un señor. Me apasiona este mundo de
libertades, pero más me gusta que la gente sea honesta y clara, que deje fuera
rencores y que se quite los cristales de un mal estilo que lleva a estas
consecuencias. Creo que ninguno de quienes estuvimos en el homenaje nos
arrepentimos, más bien estamos orgullosos de haber sabido responder en la hora
del adiós con la misma moneda que Alfonso Guajardo nos obsequió siempre. No nos
sentimos indignos, nos sentimos PERSONAS capaces de reconocer el trabajo bien
hecho. Hay quienes sólo se dedican a sembrar cizaña. Había razones sobradas
par reunirse en torno a un gran señor. Lo demás son intrigas de indocumentados
y mezquinos. Pero basta ya, bastante tienen con su propia amargura.
La mejor información taurina en http://www.sevillatoro.com
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