La temporada entra en su fase de festejos seguidos sin posibilidades de
discernir lo que ocurre con seguridad. Cuando pase el puerto de Pamplona, este
año con pocas figuras, el año seguirá su
rutina inevitable. De lo que ha pasado hasta ahora hay algunas conclusiones muy
claras. Dos toreros marcan el ritmo del año: Manzanares y El Juli. Son los
triunfadores en la plaza sin el menor atisbo de dudas. Ha habido toreros que se
han mejorado su cotización, aunque aún les falta la continuidad, como es el caso
de Talavante, muy asentado en su concepto torero pero con mala
espada.
Se han producido algunas decepciones, como por ejemplo
Morante de la Puebla.
No hay ninguna discusión sobre su absoluto dominio en cuanto a
que representa al mejor artista del escalafón, pero este año no es el mismo de
antaño. Y Morante no puede vivir de las rentas. En realidad no puede hacerlo
nadie. Perera no anda fino y es de los que deben apretar en lo que resta de
temporada. Castella sigue bien, pero sin apasionar. El joven Daniel Luque no da
el zapatazo definitivo que le consolide como figura. César Jiménez ha subido su
nivel. El Cid sigue su travesía nada fácil. El Fandi, a lo suyo. Toreros como
Salvador Vega exigen mejor trato.
El día 22 vuelve José Tomás, lo que supone una gran noticia.
La impresión es que esta vuelta es para medir sus verdaderas posibilidades de
cara al futuro después del cornalón de Aguascalientes. Acudirá a citas
puntuales, no muchas, y sin una competencia descarada con los mejores. Será un
acontecimiento de este año 2011, pero hay que esperar al año 2012 para saber qué
pretende hacer con su carrera el de Galapagar. Hay dos citas que ningún torero
debe eludir: Sevilla y Madrid.
Lo que resulta más penoso del año es la atonía en los
carteles. En Sevilla triunfó Esaú Fernández. Está en Pamplona y el Puerto y poco
más. En Madrid han destacado Iván Fandiño y David Mora. Les está costando un
mundo meter la cabeza en las ferias. Mientras, toreros que acumulan fracasos
siguen toreando. Lo hacen los que se han dado en llamar mediáticos, con la
inclusión de Cayetano, que sigue figurando en carteles de lujo sin ningún logro
destacado en su trayectoria torera. Es decir, que las empresas siguen poniendo
obstáculos al cambio, mientras que apuestan por nombres que tienen cierta
relevancia en los medios, aunque no tengan una hoja de servicios con méritos.
Otros espadas ya muy vistos siguen ahí acumulando puestos. Es la difícil
decisión de saber irse a tiempo. Es lo que le pasa a Ponce, que ocupa puestos y
ya no es Ponce. Una retirada a tiempo es una victoria. En fin, que la temporada
debe resolver algunas incógnitas, aunque el laurel del triunfo ya parece que
tiene dueño en José María Manzanares. Pero esto de los carteles necesita una
renovación.
La mejor información taurina en http://www.sevillatoro.com
En efecto, esa es la realidad.
ResponderEliminarSaludos
A ver si te hacen caso Carlos...
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que se ha perdido mucho de los criterios de las empresas taurinas de los años 60 a 80, cuando siempre habia puestos sin cubrir en las ferias y fiestas y se cubrian con los triunfadores y nuevos valores; hoy se hacen carteles como si se estuviera mano-facturando un producto en cadena sin contar y sin que importen los "consumidores" LOS AFICIONADOS
ResponderEliminartodo es un producto no un ARTE y un negocio con riesgo.
esto lo manejan los "empresariosapoderados",y como es logico no quieren repartir el pastel con unos que estan fuera de sus cuadras.al final el aficionado es el culpable,dejamos hacer y despues protestamos a toro pasado en el "BlogBar"
ResponderEliminarel cortinar