La Feria
taurina de Málaga de 2015 ya es historia. El balance no ha sido tan
satisfactorio como se podía esperar. El toro, tanto en su presentación como por
su juego, ha sido culpable de que la Feria no haya remontado el vuelo. Como es
normal, sobre el albero de La Malagueta ha habido buenas noticias toreras junto
a otras menos agradables.
La plaza de
toros ha registrado, en general, unas entradas aceptables, lo que puede
considerarse como positivo. Con relación al año pasado, según datos de la
empresa, ha acudido más gente a la plaza. Las mejores entradas, como se podía
esperar llegaron el miércoles – encerrona de Talavante -, jueves – El Juli y
Perera -, y el viernes, con Morante y Manzanares.
El público
malagueño ha seguido siendo amable y alegre, ha pedido orejas con
facilidad, aunque ha sabido reaccionar
cuando en el ruedo había emoción. Se ha apreciado que ha acudido un personal
poco entendido, que llegó al coso gracias a la generosidad de la propiedad. Es
un buen detalle, pero no es bueno que encime tomen protagonismo con gritos
absurdos.
En la Feria
se han cortado en total 16 orejas. De ellas, 11 han sido para matadores de
toros. Con dos orejas figuran Joselito Adame, Alejandro Talavante, Salvador
Vega y Miguel Ángel Perera. Con una oreja, Manuel Escribano, El Fandi y Morante
de la Puebla. El novillero José Antonio Lavado cortó un trofeo. Entre los
rejoneadores, dos para Leonardo Hernández, y una para Diego Ventura y Hermoso.
Las ganaderías
El juego del
ganado no ha sido bueno. Tampoco la presentación ha sido uniforme en la Feria.
Los encierros de Martín Lorca, Torrestrella y Fuente Ymbro estuvieron bien
presentados. Hay que anotar que en ellos no se anunciaron figuras.
En la
corrida en solitario de Talavante, la elección del ganado fue un desastre y ello
condenó al torero. Saltaron al ruedo reses de escasa presencia. Los toros de
Victoriano del Río y Núñez del Cuvillo, muy desiguales con algunos de ellos sin
el remate adecuado.
No ha habido
ninguna corrida buena en conjunto por su juego. Entre los toros, el mejor debe
ser considerado el segundo de Torrestrella, de nombre ‘Confitero’, encastado y
que fue bien entendido por Adame. En esa misma corrida destacó el noble
primero.
También hay
que mencionar al toro de Garcigrande de la encerrona de Talavante, que no fue
bravo pero acabó embistiendo en parte porque el torero lo metió en la canasta.
De Victoriano del Río, el sexto del festejo fue noble, lo mismo que el tercero,
ambos en el lote de Perera. Desigual de juego la de Cuvillo con un segundo
noble y el cuarto con movilidad. De la de Fuente Ymbro del sábado, una corrida
con mucho que torear, el cuarto solamente.
Los toreros
De la terna
malagueña, el mejor fue Salvador Vega, maduro y con un toreo vistoso. Se ganó
la sustitución de Fortes el viernes y cumplió mejor en el segundo que con el
quinto. Muy bien Joselito Adame, torero capaz y valiente. Escribano estuvo bien
y demostró los motivos de su gran campaña. Talavante se estrelló con el ganado.
Estuvo bien en el de Garcigrande y menos resuelto con el resto de toros, malos
pero para que hubiera dado una imagen mejor. Miguel Ángel Perera se mostró
arrollador el jueves en dos faenas de temple y poder.
La faena de
la Feria llevó la firma de Morante de la
Puebla. Fue una sinfonía del toreo eterno con sabor y reminiscencias de
la tauromaquia de otros tiempos. Cada muletazo fue una joya preciosa que la
plaza recibió alborozada.
La tarde de
López Simón el sábado fue de las que dejan huella por el valor de un torero
llamado a ocupar un lugar alto en el escalafón. De los demás toreros, buena
voluntad en Galán, Fernando Rey, José Garrrido, El Fandi, que cortó su oreja y
Castella. Los fracasos sin excusas llevaron la firma de El Juli y Manzanares.
Sin toros boyantes, ambos ofrecieron una paupérrima imagen. A las figuras hay
que exigirles mucho.
La novillada
de apertura de Fernando Peña fue un aperitivo indigesto. Oreja para Lavado y
buena imagen de Ginés Marín. El rejoneador Ventura se mostró pletórico con el
primero que lidió. Leonardo y Hermoso llevaron el clamor al tendido en el cierrae.
Otros detalles
Ha habido
tres percanes en la Feria. Los novilleros Joaquín Galdós, leve, y Javier
Orozco, grave, sufrieron la aspereza de la novillada de Peña. El banderillero
José María Amores sufrió una cornada muy aparatosa por la extensión. Todos se
han recuperado.
Aceptable
nivel en las cuadrillas durante la Feria. Javier Ambel ha toreado varias
tardes, siempre con acierto con capote y banderillas. Saludó con Álvaro Núñez y
Raúl Limón en la del lunes. Juan José Trujillo fue nuevamente profeta en su
tierra. Curro Javier saludó por dos buenos pares el viernes, lo mismo que
Víctor Nieto.
Se ha picado
bastante mal durante toda la Feria. El tercio de varas no se ha cuidado, en
general se ha minimizado con puyazos bajos y traseros, cuando sencillamente se
ha marrado para no castigar a toros sin pujanza. El único picador que hizo la
suerte y brilló fue Pedro Iturralde en la corrida del 17 en el tercero de la
tarde. Sencillamente colosal.
La autoridad
ha cumplido con algunos altibajos. Se han lidiado, y por tanto aprobado, toros
que no llegaban al mínimo que requiere La Malagueta. Ha sido el gran fallo. En
el palco han estado bien en general ambos equipos. Se han concedido las
primeras orejas que pidió la plaza. La única oreja para un matador fue para
Talavante, que aunque no la merecía, se dio por las circunstancias especiales
de esa corrida. Fue lamentable que algunos energúmenos amenazaran a la
presidenta con voces y gestos soeces que obligaron a la policía a intervenir.
Ese tipo de personas sobran en las plazas.
Los
alguacilillos siguen sin cumplir con su cometido. Los toreros se colocan mal y
no les llaman la atención. En el callejón, la autoridad ha sido más discreta.
Las mulillas se han llevado los toros con diligencia. Parece que estos aspectos
acercan a Málaga a su nivel de plaza de primera.
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