La crisis afecta incluso a los movimientos de apoderados. A estas alturas, otros años se han producido rupturas y nuevos encuentros. De momento, pocas han pasado. Algunos novilleros cambiarán de manos; otros, rompen y vuelven con el mismo. Entre los toreros del pelotón de cabeza apenas hay noticias. Sólo Leandro y Bolívar tienen nuevos apoderados.
Se espera poco. El Juli seguirá con Roberto; Matilla no suelta a Manzanares, El Fandi y Padilla; Castella se aferra a la casa Lozano; Morante insiste con Curro Vázquez, que seguirá con Cayetano. El Cid ya ha dicho que Ellauri y Tornay son como de su familia. Perera tiene que seguir con Cepeda. Se podría esperar que Daniel Luque cambiara y no será así, entre otras cosas porque el chaval de Gerena quería a Matilla, algo de momento imposible. Al final, más vale Marca en mano que aventuras sin rumbo.
En esta situación hay dos detalles curiosos. De un lado la vuelta de Morilla a estas alturas de su trayectoria. Es chocante su reaparición con Barrera, entre otras cosas porque la salud del taurino de Morón no está para disgustos. Creo que Morilla ha cubierto su tiempo como apoderado y esta vuelta no es razonable, salvo que sea para foguear a su hijo Francisco Manuel.
Otro apoderado interesante es Pepe Luis Segura, que en principio está en paro, porque lo de Jesulín no se puede tomar en serio. A estas alturas no se sabe si el de Ubrique es un torero retirado o en activo. Como ya se predijo en este blog, la vuelta del mediático diestro era un petardo anunciado de antemano. La realidad se ha impuesto. Jesulín ya no le interesa a nadie como torero. Segura ha dejado a El Cordobés, lo que quiere decir que está sin trabajo. Segura no es hombre inactivo. En otros tiempos llevó a tres matadores de primer nivel. Algo debe estar fraguando el torero de La Línea afincado en Sevilla. No creo que se cruce de brazos para esperar a que llamen a su puerta. Seguro que tiene toreros esperando, pero a Segura a estas alturas de su vida no le halaga volver a luchar para conseguir algunas corridas a toreros en situación emergente. Necesita un matador que vaya a las ferias sin necesidad de llamar a las empresas. Y de esos no quedan apenas en el escalafón.
Cuando llega el tiempo de las movidas de apoderados siempre recuerdo lo que le dije en cierta ocasión a un apoderado de esos que cambia mucho de toreros. Había cogido a uno nuevo y me preguntó: ¿Qué te parece mi nuevo torero? Sin pensarlo, de sopetón, me salió una respuesta que ahora considero brillante. Le dije: Me parece lo mismo que te parecerá a ti el día que ya no lo lleves. Y es que, como norma general, los apoderados hablan maravillas de sus toreros mientras lo apoderan, pero largan de lo lindo cuando dejan de ser sus mentores.
La mejor información taurina en http://www.sevillatoro.com
¡Olé! La verdad no peca, pero incomoda.
ResponderEliminarY pese a lo que digan de Camará y de don Andrés Gago, un apoderado debe ser de una pieza.
Y si además quiere al torero y tiene afición: ¡qué maravilla!
Pero siempre pensamos, los ilusos a los que nos gusta el toreo per se, que el dinero es lo de menos, que a los espadas lo que les mueve para ser grandes es la gloria, la fama, la leyenda. Y ahora cualquier adolescente de luces y áureos bordados se cree El Guerra con papá. Y conste que admiro a novilleros como Esaú y Javier Jiménez. Más al segundo...
Carlos, Pepe Luís Segura se hace cargo de López Simón. Un novillero que no me dijo nada en Sevilla, y solamente destacó como torero relamido y estático. ¿Que habrá visto Segura en él?. Quizás mucho más que yo. EL año que viene saldremos de la duda
ResponderEliminarUn saludo
Efectivamente, Segura coge a López Simón. Bueno, eso confirma que no hay toreros importantes a los que apoderar y tiene que dirigir a un novillero, con lo que ello significa, porque es toda una aventura...
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