La crispación llega a todos. También a los aficionados. Se atisban evidentes conatos de guerrilla entre partidarios y adversarios de toreros. No hay nada nuevo bajo el cielo. En las postrimerías del siglo XIX en los cafés se hablaba de política, mujeres y toros. Esto ahora es incorrecto, porque decir que se habla de mujeres se considera machismo, algo que es una soberana estupidez, porque ahora las mujeres hablan de hombres y nadie dice nada. Que siga así por mucho tiempo. Ahora se habla de política, o de algo parecido; se habla de lo que sale en televisión (escaparate de un pueblo sin cultura ni principios), pero no se habla de toros. Ahora los toros se han quedado para Internet. Antes, había bandos irreconciliables, unos eran de Lagartijo y otros de Frascuelo; luego, los de Joselito y Belmonte. Es bastante normal que en las tribunas de las redes haya también bandos fanáticos de unos toreros y otros.
Lo de finales del siglo XIX eran discusiones de café. Ahora, aunque sea en la virtuosidad de la red, se escribe y se opina. A nadie le retiran el carnet de aficionado por sus opiniones, aunque todo llegará. Y que llegue pronto, ya que de barbaridades está la red repleta.
Los hay que aprovechan la menor ocasión par descalificar a José Tomás. Las opiniones trascienden a sus virtudes como torero. Es un odio visceral que intenta desacreditar todo lo que haga el torero. Para algunos, la cornada de Aguascalientes no fue para tanto. Y lo han escrito para su propio escarnio.
Hay otro grupo que se dedica a minusvalorar a Ponce. Al de Chiva lo suelen atacar los defensores de Tomás y viceversa. Es el precio de una carrera larga y triunfal. A Ponce le niegan muchos incluso su propia carrera taurina, jalonada por miles de corridas y triunfos.
Los defensores de Ponce, más allá de la razón pura y dura, además de menospreciar a José Tomás la han tomado con El Juli, que de pronto aparece como señuelo propiciatorio de algunos francotiradores. El Juli es ahora objeto de sorna y menosprecio, cuando lleva más de una década como matador de toros mostrando su oficio y dominio de la profesión. Y se llegan a escribir artículos ridículos, absolutamente absurdos, sin argumentos taurinos, solo para desacreditar su magnífica temporada de 2010. Esos escribanos transitorios llegan más lejos, porque incluso cuestionan a Morante, pero ahí se matan ellos mismos. Los que defienden a Ponce se burlan de Morante, y nos recuerdan que esa faena de Cantalejo, por citar una de ellas, fue en un pueblo, como si la calidad y el torero bueno fueran patrimonio de las plazas de primera.
Así anda esto. No voy a recurrir a lo de que es mejor aficionado el que más toreros le caben en la cabeza. No llegaré a intentar menoscabar la libertad de expresión, pero ante estas barbaridades escritas en los blogs y páginas de la red no queda más remedio que aprender a discernir y leer sólo lo necesario. La libertad de la red no puede ser un cauce para que cualquiera se lance a escribir tonterías. Por ejemplo, las que, probablemente para muchos yo he escrito en este artículo.
La mejor información en http://www.sevillatoro.com
Carlos, nada como hacer zapping en tv y en ciertas webs del taurineo o de encaste apocalíptico. Se evita uno irritaciones y desasosiegos. Yo ya sólo leo a los amigos. Y encima aprendo.
ResponderEliminarUn saludo.
Carlos, en primer lugar no quisiera dejar pasar la ocasión para agradecerte tu presencia en la tertulia, que como ya conoces, allí se habla de toros y toreros. Deseo que lo pasaras bien.
ResponderEliminarSobre tu artículo, estoy de acuerdo, pero em temo que mucha parte de culpa la tienen los medios "afines" de unos y otros toreros, que por puro interés "machacan" al adversario, por pura ambición "empresarial". Y eso pasa en los toros, en la vida económica, social, cultural....los humanos desgraciadamente somos así.
Un abrazo.
El toreo como arte que es, tiene muchas sensibilidades, y por lo tanto, los gustos marcan las opiniones. Y es normal,y hasta bueno, que uno se identifique más con unos toreros que otros.
ResponderEliminarAunque en mi opinión, es de muy mal aficionado negar las virtudes de todos aquellos que son figuras. Que lo son por algo.
Y ya me parece patético y de muy mala persona, insultar de forma diaria y con tan mala baba, a los toreros. Me parece que denota alguna enfermedad. Y de ésos hay unos cuántos en la red. Un día me propuse recopilar los insultos a deteminados toreros, pero desistí por higiene mental y porque era demasiado desagradable. Un saludo.
Dejando claro que el gusto es libre y que cada cual elige lo que le gusta ,sin que eso deba suponer menoscabo para el que no le gusta,que el toreo tiene unas normas eternas,entre las que no es grano de anís el animal que hay delante para ejecutarlo y que si no se aplican está perfectamente justificado ponerlo de relieve; y que el toreo tiene una ética que si no se cumple por parte de los coletas hay que proclamarlo;aparte de todo esto, cada uno puede opinar (creo que no hace falta poner que con respeto,porque si no es un insulto en lugar de una opinión) lo que mejor le parezca sin que haya rotura de vestiduras.
ResponderEliminarSimplemente ojeando Revistas y crónicas antiguas se observa cómo le zurraban a Frascuelo a Lagartijo al Guerra, a Joselito,a Belmonte.Con más o menos razón pero nadie se escandalizaba por eso.
Si tal y como dice el Evangelio el discípulo no será preferido al maestro,bienvenida sea la crítica y los denuestos, cuando cuando se atengan a posiciones razonables, a los figuras modernos.¿Porqué no?.
D.Carlos referente a la faena de Morante en un pueblo, discrepo formalmente de su opinión.El toreo bueno es el mismo en un pueblo que en una ciudad.....pero el toro no.De ahí que un triunfo en un pueblo no tenga la repercusión ni la importancia que un triunfo en una capital.Cuando Morente salga un par de veces por la puerta grande de Madrid,seguro que nadie se acuerda de la faena del pueblo.
Saludos cordiales
Querido franmartin, lo que quiero decir es que en la historia del toreo hay quienes sus mejores faenas las hicieron en pueblos y ello no puede ser motivo de menoscabo. Es cierto, los toreros deben basar su carrera en las plazas grandes, pero no criticar como inferiores y sin importancia la de Cantalejo. En fin, creo que estamos de acuerdo en lo fundamental
ResponderEliminarGrandes son: José Tomás, Enrique Ponce, El Juli, Finito... y también Perera, Castella... y lo será Daniel Luque y Rafaelillo y muchos más... y por supuesto Morante.
ResponderEliminar¡Que más da donde hangan la faena y quién la haga, el caso es poder estar ahí, o por lo menos verla en video o TV!.
Los que "niegan la mayor" a estos toreros, la mayoría, se escudan en: El Viti, Camino, Puerta, Ordóñez.
Hay que ser torpes para negar una época, la actual y vanagloriar otra, la pasada.
Bien dicho, señor Carlos. No se puede negar la evidencia, como muchos la niegan. El toreo goza de un buen momento, con muchas cosas que cambiar, es verdad, pero es rara la tarde donde no se puede ver una gota de arte. Supongo que usted se refiere al Salmonetes, Torear, Toros Grada Seis, Hast el rabo todo es toro y unos cuantos más. Estoy con usted, esta gente sobra.
ResponderEliminarSalud y feliz pascua
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ResponderEliminarFrancamente, creo que los cuatros nombres que se citan en el artículo (El Juli, Jose Tomás, Ponce y Morante) son posiblemente los que menos discusión admiten. En mi opinión, los cuatros grandes nombres de la tauromaquia del siglo XXI (de lo que llevamos de siglo, claro).Opiniones y gustos los habrá de todo tipo, desde luego, pero, por citar un solo ejemplo, ningunear la pletórica temporada de El Juli es un auténtico crimen.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias por los parabienes, por el enlace y por comentarios como éste que pasan por encima de las banderías
ResponderEliminarde la raza- Y un feliz año para bien de la fiesta.