José Tomás reapareció en
Valencia hace ya diez días. Como sólo he podido ver las imágenes, me parece más
prudente no opinar sobre su actuación. Lo que nadie puede poner en duda es su
tremendo impacto taquillero, taurino y social. Esa movilización de aficionados
y seguidores del torero es un maná bendito para la fiesta. Quien no quiera
verlo así es muy ingrato para este arte del toreo. Es verdad que muchos de los que acuden a ver a Tomás de forma única y exclusiva (no acuden a ver a otros toreros) no son
buenos aficionados, pero sí es verdad que una gran mayoría de los que acuden a
verlo también van a otras corridas en las que el de Galapagar no torea. Su impacto
taurino, social y económico es una realidad fácilmente comprobable.
En materia estrictamente taurina, por lo visto en las imágenes, Tomás mantiene sus constantes. Valor a raudales, personalidad y emoción a tope. Se le ha notado la ausencia prolongada de los ruedos. Es como si un futbolista no juega quince meses por una lesión. Nadie le exigirá el cien por cien en el primer partido. De hecho, cuando tal cosa ocurre salen a jugar unos minutos en la segunda parte. Tomás ha salido con una corrida de toros seria en una plaza de primera. Sólo un torero puede hacer una cosa así, pero mucho más si se llama José Tomás. Se espera que en las próximas corridas, ya lejos de la presión de una corrida tan especial como la de Valencia, el torero se muestre en plenitud y se puedan comprobar esas pequeñas innovaciones que apuntó, como la manera de cargar la suerte en chicuelinas y manoletinas.
Las reservas expresadas en otras ocasiones siguen en pie. Es una pena que los carteles en los que se anuncia sean tan mediocres, o mejor dicho, que sean carteles en los que faltan los toreros que han estado en primer plano en los últimos años. Con relación a las plazas en las que se anunciará, se admite que sean elegidas, pero nadie entendería que en 2012 no hiciera una temporada con paseíllos en las mejores plazas: Sevilla, Madrid y Bilbao. Otra cosa sería motivos de críticas, que podrían estar justificadas ya que los grandes toreros deben torear en los grandes escenarios.
Estamos en puertas de la llegada a Huelva. Se han desbordado todas las previsiones en cuanto a número de abonados, petición de entradas, medios acreditados, en fin, que todo está preparado para la segunda de Tomás y primera en Andalucía. La segunda será en Linares el 29 de agosto. Será una corrida diferente a la de Valencia, con menos tensión ambiental, con un público igual de predispuesto a facilitar el triunfo, con una corrida distinta a la del 23 de julio. Se lo contaremos.
El caso José Tomás se ha convertido en un fenómeno que no permite un juicio solamente taurino. Y todo es bueno, pero también es bueno llegar al equilibrio para juzgar al torero con arreglo a la plaza en que actúa, al toro que lidia y con lo que supone tan larga inactividad. Ni pasiones desbordadas con fanatismo acérrimo, ni tampoco ataques furibundos con prejuicios para tirar por tierra lo que todo el mundo puede ver con facilidad. Sólo un detalle. El día anterior de la reaparición valenciana del diestro de Galapagar torearon en Valencia tres toreros de fuste máximo: Ponce, El Juli y Manzanares. Era su ocasión para dejar su pabellón alto, para ello hubiera sido ideal que lidiaran una corrida seria. Si serán torpes, ellos o mejor sus mentores, que lidiaron una gatada chica que los dejó en evidencia. Al día siguiente Tomás se puso delante de los padres de los que mataron las mencionadas figuras. No se puede ser más torpe.
La mejor información tauruna en http://www.sevillatoro.com
Ecuánime, sensata y seria valoración de la vuelta de José Tomás
ResponderEliminaralguien dijo que de la barriga para abajo,era del toro,creo que el unico que lo profesa es JT.
ResponderEliminarel cortinar
Carlos:
ResponderEliminarLa más completa, ajustada y objetiva valoración de JT que he podido leer en la red.
Es bueno que cuando se "disparatan" las opiniones alguien se mantenga ecuanime y ponga las cosas en si sitio.
Como aficionado te doy las gracias. Sólo lamento que no pudieras asistir a la reaparición de Valencia, estoy convencido que -como el gran aficionado que eres- hubieras disfrutado al máximo.
Un abrazo