El comportamiento de Rafael
de Paula en el acto de la entrega de la llave de oro del Parador de Ronda ha provocado reacciones
de todo tipo. El vídeo de lo sucedido en la noche de jueves es un monumento al
surrealismo. Ningún guionista es capaz de idear una escena similar. El
protagonista es un toreo que ha escrito algunas páginas geniales de la historia
del toreo, no muchas, pero sublimes. Su actitud en el acto es la de un
maleducado sin principios. Bajo ningún concepto se puede justificar tanta barbaridad sin
sentido, por mucho que sea Paula. Tampoco se puede admitir este comportamiento
por el motivo de que llevara razón en alguno de los temas con los que se
explaya.
Paula ha logrado algo que me
parece que si él mismo sospechaba. Ahora sabemos que la alcaldesa de Ronda es
una señora con una gran capacidad para soportar a tipos sin control; todo el
mundo conoce la dignidad de Gonzalo Fernández, director del centro, así como lo mucho que merece la
pena acudir al Parador; a Humberto Parra le ha hecho un gran favor, porque
ahora todos podrán comprobar que es un magnífico pintor y que no necesita muchos años para llegar a su madurez artística, incluso el libro de su
hijo puede incrementar las ventas. Por cierto, el día que se presentó el
libro en Jerez, Paula no pensaba que era muy mala, lo mismo que el día que vino a
Sevilla a la entrega del Premio Manolo Ramírez. Ese día me interesé con su hijo
por el libro, mientras Rafael me lo recomendaba.
De la genialidad del torero
Rafael de Paula, tan breve como intenso, poco se puede añadir. De su genialidad
en la calle no se puede hablar nada bueno. Las genialidades hay que realizarlas
en estado de sobriedad. En otros estados, poco edificantes, cualquiera puede ser el
protagonista de una genialidad. Y todo lo sucedido en Ronda excede de la
presunta genialidad. Que se digan dos o tres verdades entre tantas mamarrachadas no
puede justificar nunca un comportamiento tan zafio.
Las imágenes de Paula en
Ronda han dado la vuelta al mundo. Al verlas no he podido aguantar la risa al
comienzo, aunque al final me han entrado ganas de llorar al comprobar hasta
donde puede llegar el deterioro de una persona. “Nos vamos a Jerez de la
Frontera, donde las papas se comen enteras”, dijo el gitano. Digo yo, “nos
vamos a Jerez de la Frontera, donde las “papas” se cogen enteras”. De la risa al llanto. Aunque me causa un
respeto imponente, como El Piyayo de la leyenda.
La mejor información taurina en http://www.sevillatoro.com
He disfrutado con Paula (pocas veces ciertamente, aunque con una intesidad jamás alcanzada), estoy ABSOLUTAMENTE de acuerdo con su opinión. Lamentablemente, no es la primera vez que hace una de estas. Se empieza riendo, se va cortando heladamente la sonrisa y uno termina llorando. Paula ha sublimado el arte de torear, pero su palabra es mejor silenciarla.
ResponderEliminar"Más vale joven pobre pero sabio que rey viejo pero necio, que ya no sabe admitir el consejo." -Ecl. 4:13
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Dn. CC y maestro Fabad. Y luego de repasar el video unas tres veces en verdad que dan ganas de llorar: bueno, ¿pero es que el maestro De Paula se ha levantado con el pie izquierdo? Le apretaban los zapatos quizá. Tal vez el agua servida a la mesa estaba muy salada. O es que no tiene ya la gracia para aceptar algún tributo taurino sencillo, sincero... Lástima. No hacía falta tanto reniegue, salvo el darle el asiento a las señoritas. En fin, queda el recordar su arte y torería de mucho atrás porque esos papelitos de hoy día, ¡pufff! ¿Se encontraba ebrio o es alcóholico empedernido? // PD: Por cierto, hay un buen número de pintores muy reconocidos --antiguos y actuales-- que se inspiraron directamente en la fotografía taurina. No es nada nuevo. Maestro, maestro, dice Vd.... "lo que hay que tener en la vida es carisma?" ¿¡Carisma!? Interesante recomendación de parte de un triste 'protagonista'. Qué pena. Mas repito, su arte como diestro y figura de antaño nadie se lo quita. // Atte., Torotino.
De todos los comentarios que he podido leer o escuchar sobre éste vergonzoso asunto,el suyo es el que me parece más ajustado a la realidad.
ResponderEliminarVergonzoso fué la otra noche escuchar por la radio al Fenicio ,justificando tanta zafiedad y tanto "colocón" agarrandose a esa otra falacia de la genialidad.
A éste tío los homenajes que le deberían de quedar (ya son demasiados para tan poca "molla " taurina) es hartarlo de papas fritas cada cuando en su Jerez, al ritmo de palmas por bulerías.
Solo los necios se creen genios ,ajustandose a la perfección a lo que dice la copla: "por hacer cosas geniales sin saber de lo que va...."