Tal vez se podía esperar lo que vimos. Era una ilusión vana la posibilidad de contemplar un análisis serio de lo que fue Paquirri en la Fiesta. En una cadena como Telecinco era imposible ofrecer un producto para engrandecer a un torero que dejó su vida en los ruedos. Debo confesar que me puse a ver el serial dedicado a Paquirri con esperanzas. Soy un iluso.
Es una pena que se hayan gastado tanto dinero en un tema tan cercano al toreo para hacer este bodrio, que habrá tenido mucha audiencia, pero que a los aficionados nos ha sentado como una patada en nuestras partes. Y lo peor es la colaboración de Canales Rivera, que para culminar la enemistad con sus primos se ha prestado a ser consejero y artista en este petardo. Queda una segunda parte, se supone que centrada en Isabel Pantoja. Seguro que será más de lo mismo. Qué ocasión desperdiciada para rendir tributo a un héroe del toreo.
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