En la presentación de los carteles de Sevilla el pasado miércoles se produjo una situación insólita. Tras la exposición de los gerentes, breve, sólo hubo tres preguntas en lo que se supone que era una rueda de prensa. Dos de las cuestiones se referían a temas de televisión y el tercero a José Tomás. Disuelta la reunión, en los corrillos se comentaba la extrañeza de lo sucedido.
Ha habido muchas interpretaciones. Los maliciosos opinan que no hubo preguntas porque generalmente no se dan respuestas. Otros, también algo rebuscados, creen que fue una manifestación del mundo de la prensa en protesta por el talante que muestra Eduardo Canorea ante algunas preguntas que no le gustan. Hay muchas opiniones.
La obligación de los periodistas es preguntar lo que quieren saber. Si recibe una contestación inadecuada se lo hará saber al personaje para dejar claras las cosas. Por tanto, los primeros responsables de una rueda de prensa en blanco fuimos los informadores presentes. No hubo, al menos nadie me dijo nada, una postura preestablecida para no preguntar. En la sala había algunos periodistas de alta categoría, tanto por su trayectoria en distintos medios, como por su valía personal en materia taurina.
Me acordé en el acto de las famosas mariscadas de Diodoro Canorea en Río Grande. Se nos daban los carteles ante una legión de gambas, langostinos y cigalas que quitaban el sentido. Las preguntas se dejaban para el final de la comida, ya sentados, pero para entonces, con el estomago lleno y a las cinco de la tarde, casi nunca había preguntas. Y muchas veces no las había porque en los corrillos previos ya Canorea había contestado a quienes le inquirían alguna aclaración. Sin mariscos, lo de ahora es parecido. Hemos vuelto a la ausencia de preguntas.
Me parece que no hubo preguntas porque la realidad es que la mayoría de las cuestiones no tienen una respuesta clara. Por ejemplo, si se le pregunta a los empresarios por la ausencia de Moreno, Vilches o Moral, con seguridad dirán que no han podido colocarlos y que, como siempre dijo Diodoro, la plaza está ahí. Si se le pregunta por las ganaderías que vienen y las que no vienen, siempre podrán justificar que así son las cosas y que alguna divisa presente cumplió y vuelve. Es decir, que la mayoría de las veces, estos actos no son tales ruedas de prensa, sino que las preguntas de los informadores son artículos con su opinión para justificar por qué piensan que un torero, o una ganadería, deben estar presentes o hay quienes no pintan nada en Sevilla. Me parece que lo ocurrido este año ha sido puntual. Es más, yo tenía mi pregunta preparada cuando, con prisas inusitadas por parte de todos, la sala se había levantado y todos buscaban el refrigerio maestrante. ¡Qué lejos quedan los crustáceos de Río Grande!
La mejor información taurina en http://www.sevillatoro.com/
entradas jose tomas bilbao
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