La corrida del día de Andalucía fue una corrida festiva, lo que puede explicar que se concedieran orejas de mínimo nivel, pedidas por una parroquia alegre y confiada. Sin embargo, la corrida tuvo noticias. La primera, y muy importante, fue la excelente corrida lidiada por Fuente Ymbro, un lote de seis toros de presentación decorosa para una plaza de tercera, en la que sólo el quinto desarrolló problemas. La bravura del segundo y el sexto fueron dos explosiones torrenciales. Ese tipo de toro debe ser un ejemplo ganadero. Tampoco se puede olvidar que otros astados fueron nobles. Por tanto, un triunfo de Fuente Ymbro que le abre el crédito para el futuro.
Fue noticia comprobar la recuperación de El Cid, que se enfrentó a un toro muy encastado y lo bordó con la derecha. El Cid renació con sus virtudes de siempre: sitio y distancia. Todo ello lo adobó con el temple. Así pudo torear a un toro que pedía un torero bueno delante. El de Salteras no defraudó y su primera aparición del año es muy esperanzadora. El quinto era distinto. Con la cara alta, el toro fue gazapón e incierto. Lo mejor fue que también ahora estuvo acertado, muy centrado y superando los problemas.
El Fandi tiene patentado el poder de la comunicación con la masa. Sigue en su línea conocida. Estuvo entregado en todos los tercios. Lo curioso es que con los palos anduvo francamente mal. Hizo dos faenas de largo metraje y efectos especiales que fueron recibidas con verdadera pasión. En una tanda de naturales al tercero hizo el toreo bueno. El resto de su labor con ese tercero, poca cosa. El sexto, flojo porque el ruedo estaba convertido en una pista de patinaje, fue un toro bravo. El Fandi recurrió a lo artificial, porque el de Granada es un torero que lo supedita todo a las palmas y a los trofeos. Se templó a veces por mucho que la estética no le acompaña. Se llevó un montón de orejas y hasta un rabo.
La otra noticia es que Rivera Ordóñez parece que no ha comenzado la temporada. Anduvo fácil con el noble primero en una labor en la que abusó de los circulares. El cuarto pedía entrega, que se le citara más cruzado, algo que Rivera sólo hizo en contadas ocasiones. Fue una faena periférica. El final fue malo con un mitin con los aceros.
Así pues, Fuente Ymbro se llevó los honores. El Cid puede ser de nuevo el de siempre, El Fandi sigue a lo suyo y Rivera debe entender que la temporada ya ha comenzado.
Información taurina en http://www.sevillatoro.com/
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