31 enero, 2012

Lamentable espectáculo

Hace unos días hablábamos de confusión, propia de la falta de información, y de fraude, con la mirada puesta en los carteles de las Fallas. Han querido informarnos las partes. Después de la guerra de comunicados,  sigue la confusión y llega el momento de “ya está bien, hombre, sean serios y dejen de buscar su propio beneficio”. Todo es lamentable. No paran de echar leña al fuego. Son una banda de agitadores.

Simón Casas pagará a ASM (la empresa de la gestión de los derechos) un dinero por un paquete global que redundará en todos los componentes de G-10, aunque sólo toreen unos cuantos. Casas, para abaratar los carteles tras la subida del dinero de la tele, contrata a algunos y prescinde de otros. Anuncia a los toreros de sus socios, faltaría más.

Casas declaró después de ofrecer los carteles que ASM  le ha presionado y que todo se ha realizado desde un clima insoportable. A su vez, ASM arremete contra Casas, y de paso dice que “nunca hemos impuesto a diez toreros. Hemos planteado un paquete audiovisual de un máximo de diez puestos, de forma que quedaba a su arbitrio escogerlos, combinarlos o excluirlos”.

Finalmente, los toreros manifiestan que siguen unidos y anuncian que habrá represalias por parte de las empresas en el futuro. En resumen, cada uno defiende su parcela.

La verdad es que este asunto perjudica a todos. A los empresarios, porque tienen que abaratar los carteles para no multiplicar sus gastos. Si pagan los nuevos derechos y, además, pagan, los emolumentos de los toreros, en este caso las figuras, sus gastos suben como la espuma.

Perjudica a los toreros. A los que contratan para las Ferias, como los de Valencia, porque actuarán en abonos pobres y de menos interés, con lo cual es posible que acudan menos espectadores a los festejos. Perjudica este asunto a los que no contratan, porque no torean. Además, la supuesta unión de los toreros es falsa. A El Juli, Perera y Morante nadie les recompensará de no torear en Fallas. De hecho, ninguno está contento con lo que ha sucedido. Siempre hemos alabado al apoderado independiente. Ahora, Morante se queda fuera de Fallas porque su apoderado no forma parte de ninguna empresa. De locos.

Perjudica al operador televiso, en este caso a Digital Plus, porque con abonos tan endebles como el de Valencia el número de abonados puede bajar de forma notable. Los grandes acontecimientos taurinos deben estar protagonizados por las grandes figuras. Los toreros emergentes siempre han tenido su colocación en ciclos largos. Unas Fallas sin El Juli, Perera y Morante es una Feria menor.  Y sale perjudicado el aficionado, con  el que nadie cuenta y que tiene que tragar estas intrigas absurdas causadas por un grupo de toreros de forma inoportuna. En este momento, ante esta provocación de los toreros importantes, autodenominados de forma ridícula como G-10, sólo me reconciliaría con ellos si tuvieran una actitud firme para devolverle a la Fiesta su integridad, que pasa por lidiar corridas de toros encastadas y de presencia irreprochable. Como no han lanzado un comunicado con su compromiso para ser toreros de verdad, sino que quieren derechos de imagen y ganar más dinero, como simple aficionado y como crítico elevo mi más enérgica protesta. Tal y cómo están las cosas, si yo fuera Canorea no contrataba a ninguno de ellos.
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29 enero, 2012

Confusión y fraude

La publicación de los carteles de las Fallas de Valencia ha contribuido a crear más confusión. Los carteles son impropios de una Feria de plaza de primera categoría. Puede que Casas no haya tenido otra opción. Con estos carteles la gente no acudirá masivamente al coso. Cuando lo que procede es organizar grandes eventos para que las plazas revienten, nos encontramos con esta pobre Feria que no añade ninguna gloria al presente.

Parece que la empresa valenciana pagará un dinero importante a ASM, unos 279000 euros, que se repartirán los toreros del G-10, tanto los que están anunciados como los que no lo hacen. Es decir, un torero como Perera, no anunciado, ganará dinero en Fallas. Y se habla del pacto entre las figuras, de forma que el que lo incumpla abonará una multa astronómica de un millón de euros.

El aficionado no entiende nada. La empresa debe abonar ese dinero, que se supone que saldrá de lo que paga el operador de televisión. Además, hay que pagar la parte correspondiente de los derechos de imagen a los ganaderos, subalternos y demás intervinientes. Todo ello sin olvidar que cada diestro tiene su contrato estrictamente artístico por torear, al margen de los derechos de imagen.

Simón Casas abarata la Feria. Si contrata a todas las figuras el presupuesto resulta muy caro. Hay diestros, como Ponce en Valencia, a los tiene que llevar. Para ello prescinde de otros, en este caso de El Juli, Morante, Perera, Cayetano y Jiménez. Y contrata al citado Ponce, Manzanares, Talavante, El Fandi y El Cid. ¿Por qué discrimina a algunos? Dicen que no ha contratado a los que tienen apoderados independientes. Dicho de otra forma, ha contratado a Ponce y a El Cid, que tienen apoderados no vinculados a empresas, y a los toreros de sus socios Choperitas y Matilla. De camino se señala a dos principales inductores del problema para castigarlos: El Juli y Perera. 

Este sistema es un fraude para la afición. Se admite el enfado de las empresas ante el cambio. Ni es el momento y, posiblemente, tampoco son las formas; incluso el fondo del asunto es discutible. Se ha conseguido que los empresarios hagan ferias de peores contenidos. No pueden estar contentos. La regla básica de un organizador es presentar lo mejor del momento. Cuando estamos intentando revitalizar la Fiesta con la entrada en Cultura, la lucha contra las administraciones peseteras que buscan solo dinero en los pliegos, la búsqueda de la casta perdida, la promoción de la tauromaquia con la llegada a TVE, en fin, cuando hay una coincidencia en las necesidades del toreo, nos encontramos con este fiasco de la primera Feria del año descafeinada. Si ahora acude menos gente a los toros, que nadie se queje.

Y hay otra cosa que me llama la atención. Si el G-10 ha hecho un pacto, ¿cómo puede aceptar que las empresas castiguen a algunos de sus componentes, caso de El Juli y Perera, porque no tienen apoderados empresarios? Se rompe la libertad para contratar. A unos del grupo se les premia y a otros se les castiga. Ya no vale la historia o la trayectoria de un torero. ¿Es esto lo que quiere el grupo del G-10? ¿Admite que las empresas castiguen a algunos de los suyos?

Los toreros llevan razón en sus peticiones, pero las han planteado de forma inoportuna. Su plante ha logrado unos carteles mediocres en las Fallas. En Sevilla, ya veremos, pero el asunto puede ser parecido. Y ahora el grupo que manda, al margen de que se repartan dinero de la imagen entre todos, se fractura porque a unos los contratan y a otros los castigan. Me gustaría saber si Talavante o Manzanares están satisfechos con que El Juli y Perera paguen el pato de algo que han parido en conjunto. Y no vale eso del pacto y la multa por incumplir el acuerdo. Al final, la Fiesta pierde. Que se lo piensen. Me temo que el grupo se irá al garete. ¿Qué falta le hace a Perera estar en un grupo donde nadie le defiende cuando lo marginan de forma arbitraria? ¿No será que ahora hay que acabar con los apoderados indepedientes? ¿Todos al redil de las empresas? Y nadie debe olvidar que los toreros están para torear. Y Perera, El Juli y demás damnificados también están para torear. Se supone.
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21 enero, 2012

Padilla, la tragedia y la gloria

No hay mal que por bien no venga. De la tragedia casi inminente a la gloria de estar en carteles impensados. Padilla es un matador de toros de largo recorrido, definido por una intachable trayectoria en la que se ha jugado el físico con los toros más fieros del campo bravo. La carrera de Padilla ha sido una permanente angustia por las condiciones de reses a las que ha debido enfrentarse, porque sólo en su Jerez natal podía lidiar los toros más dulces de la dehesa, pero su sino era la lucha y la proeza cada tarde.

Llegó la espantosa cornada de Zaragoza y temimos por su vida, nos estremecimos por las secuelas, nos alegramos cuando salió del hospital y se puso al mundo por montera para anunciar que ese toro de Ana Romero no era el último de su vida. Ahora, pasado el tiempo, cuando todavía la cara es una asimetría imperfecta, con un ojo tapado porque por ahí no ve absolutamente nada, Padilla anuncia con firmeza y orgullo que su vida de torero sigue. De momento, Olivenza en una fiesta de lujo, pero en el futuro se pondrá delante de lo haga falta porque sigue siendo Padilla y hay Ciclón de Jerez para rato. Sin embargo, como es natural, el torero aspira a probar bocados más agradables de los que ha debido digerir hasta ahora. Sus apoderados se encargarán de ello.  

La vida es un laberinto de sorpresas continuadas. Padilla va a recoger el fruto apetecible de un trato más agradable después de sufrir una cornada terrible. Es un premio justo a su sacrificio, porque no es la primera vez que un toro juega entre sus astas con su anatomía. Ha debido llegar esta cornada para poder torear en ciclos de postín que siempre tuvo cerrados. Es de justicia, pero es una paradoja.

A Padilla hay que desearle suerte. No será fácil ser torero en sus condiciones físicas. La realidad fue cruel con otros distros en sus mismas circunstancias. Lo que pueda aprovechar ahora y recoger se lo ha ganado con creces. Sólo queda reflexionar que hay muchos otros toreros que siguen en su lucha y que nunca gozarán de las mieles del cartel de tronío porque no tuvieron la mala suerte que ha tenido el de Jerez. Es la paradoja tremenda de una profesión muy dura. Es la consecuencia de que, en el fondo, el morbo sigue siendo una constante en esta sociedad. Bueno es que Padilla salte para sentarse en la mesa de los elegidos. Padilla seguirá siendo el mismo torero, el pundonoroso diestro capaz de escribir páginas de valor y entrega en la cara de reses poderosas. No será ahora un exquisito del arte. Será el mismo que en muchas ocasiones, en mi caso incluido, ha sufrido un cierto rechazo por sus formas poco ortodoxas, pero su coraje y su vergüenza torera nunca se pusieron en duda y en este momento resurgen reforzadas. La cornada que pudo ser su final en vida, ahora le da satisfacción que nunca pudo imaginar de poder torear en festejos de máxima expectación. Que lo disfrute porque lo merece. Y que esto le dure unas cuantas temporadas.
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14 enero, 2012

Reivindicación de Joselito


El cartel que anuncia la temporada taurina en Sevilla se conoció el viernes 13 de enero en un acto que presidió el nuevo teniente Javier Benjumea. Es una obra formada por Manuel Valdés, artista muy reconocido. Fue una lástima que no compareciera en el acto, al margen de que las explicaciones del profesor Juan Bosco Días de Urmeneta fueran muy acertadas.

El cuadro representa una fotografía de Joselito El Gallo brindando un toro. Es un collage adornado por distintos motivos, fundamentalmente trazos coloristas y una serie de pequeños adornos en forma de titas pequeñas distribuidas por el cuadro. ¿Qué quieren que les diga? Me gusta, sobre en comparación con los antecedentes. No comprendo muy bien la técnica de cortar una foto y sobre ella realizar el cartel. Hace días se nos ha presentado como arte sublime actual una cuartilla enrollada. El cartel tiene colorido y puede gustar o no, pero es algo distinto. Y sobre todo, es un homenaje a José Gómez Ortega “Gallito”, precisamente en el año en el que se cumplirán los 100 años de su alternativa.

Este detalle no debe pasar de lado. La Real Maestranza de Caballería coloca a Joselito como centro de la temporada. Es un homenaje justo y que, de alguna forma, deja las cosas en su sitio. Joselito no fue santo de la devoción de la Real Maestranza desde que auspició la plaza Monumental de Sevilla, inaugurada en 1918 y que apenas consumió tres temporadas, pero que en aquellos momentos se consideró que era una provocación para el prestigio del coliseo maestrante del Paseo de Colón. Sólo en 1920, cuando ambas plazas eran regentadas por la misma empresa, el menor de los Gallos volvió a la Maestranza. Belmonte fue siempre el preferido en la entidad sevillana.

Ahora, cuando se cumple esta efemérides, se acaban todas las posibles suspicacias que hubiera y la corporación maestrante le rinde homenaje al más grande de los toreros. Es una muy buena noticia.
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08 enero, 2012

El abono de Sevilla

De nuevo aparecen voces para comentar el abono de Sevilla. Se sabe que el abono de 2012 será similar al de años pasados. Se incluyen las corridas de toros de la Feria, la del Corpus, ocho novilladas picadas y San Miguel en septiembre. El problemas es que es un abono caro, difícil de mantener en la actuales circunstancias económicas, con el detalle que ahora se puede ver por televisión toda la feria el en salón de casa. Esta situación ha causado un notable descenso en el número de abonados en las últimas temporadas. La forma de parar esta sangría nos interesa a todos. A la empresa, por razones obvias.  A los aficionados, porque está en juego la propia supervivencia de la Fiesta.

No tengo ninguna opinión concluyente sobre el tema. Tengo claro que las entradas de los toros son caras. Es necesario abaratar costes para intentar bajar los precios. Para ello, todos deben poner algo de su parte. Deben bajar los honorarios los toreros, los ganaderos y quienes sacan algo de la tajada de una corrida. Pero también es preciso que los empresarios ganen menos. Lo que importa es que las plazas se llenen.  

Entre las soluciones para abaratar el abono de Sevilla se ha propuesto bajar el número de festejos. No estoy de acuerdo totalmente. Sevilla tiene un abono bien definido. La Feria se compone del Domingo de Pascua, la preferia y la semana de farolillos. Como aficionado no me gustaría que se suprimieran las corridas de preferia, donde llegan ganaderías fuertes y toreros que necesitan buscar su oportunidad. No se olvide que Sevilla debe cumplir con la función de ofrecer oportunidades a quienes torean menos.

También se ha apuntado que deben reducirse novilladas picadas. Es otro disparate. Sevilla es de las pocas plazas españolas que organizan novilladas con picadores, unos festejos altamente deficitarios que se pueden montar gracias a un abono fuerte. Ocurre igual que con los cinco festejos sin caballos de julio. ¿Alguien cree que son rentables? Su carestía se compensa con las posibles ganancias a lo largo del año.

Sólo se me ocurre sacar San Miguel del abono de primavera y hacer un abono con tres festejos en San Miguel y el 12 de octubre, un abono que fuera independiente del anterior. También se podría sacar la corrida del Corpus, que pasaría a ser fuera de abono.  

Hay que buscar la forma de bajar los precios sin quitar festejos de preferia, donde insisto aparecen ganaderías duras y toreros en tiempo de merecer, ni novilladas picadas, que son absolutamente necesarias. Puede que la televisión sea buena para la empresa Pagés, pero sería bueno pensar qué ocurriría si no la hubiera, porque muchos abonados han dejado de sacarlo porque, además de caro, pueden ver los festejos en su casa. El tema da para muchas reflexiones, pero quiero dejar clara mi opinión sobre que no es bueno tocar ni la preferia ni las novilladas con picadores. Se podría hacer otro abono en San Miguel y estudiar la manera de abaratar los costes.
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Cuando esto se acabe

La frase más repetida, la que sale de lo más profundo de nuestros corazones es, “cuando esto se acabe”. ¿Cómo será ese día de la vu...