Partiendo del hecho de que siempre ha habido buenos y malos
festejos taurinos, estaremos de acuerdo en que la mejor promoción del toreo es
la fiesta bien hecha, lo mismo que lo más desagradable es el espectáculo malo
de solemnidad. Es decir, la mejor defensa de la corrida de toros en la propia
corrida de toros cuando existe la emoción en el ruedo. Si no hay emoción, si lo
que allí sucede es algo soporífero que casi produce pena, entonces estamos
echando a la gente de las plazas. En estos tiempos es frecuente que al final de
una corrida salga el espectador completamente hundido ante lo que ha
presenciado. Y vuelvo a insistir en que malas corridas las ha habido siempre. Son muy tristes esas corridas tan insoportables que padecemos tantas tardes, que son el producto de una mala labor por parte de organizadores y actores.
Cuando sobre el ruedo se celebra un espectáculo pleno de
emoción, los que han tenido la suerte de ser testigos se quedan con las ganas
de volver. Pongo como ejemplo la corrida de Zaragoza que cerró la Feria del
Pilar. Se unieron todos los ingredientes
para que los asistentes, y los que la vimos por la televisión, nos sintiéramos
plenamente reconfortados con nuestra afición. Se unieron una corrida soberbia
de Núñez del Cuvillo, la despedida de Juan José Padilla, la elegancia de
Manzanares en su brillante final de temporada y la pasión de Talavante cuando
estaba a punto de anunciar el cese de su actividad. Quienes acudieron esa tarde
por primera vez a los toros en Zaragoza, estoy convencido de que volverán a los tendidos para buscar emociones intensas. No hay mejor promoción que la emoción.
Por ello, me parece que los que abogan por rediseñar la
fiesta están muy equivocados. Se necesitan toros íntegros, bravos y encastados.
Son necesarios toreros con arte y valor. Aquí está todo inventado. Los que
proponen un nuevo diseño quieren modificar la integridad o la pureza del
espectáculo. Sobran músicas, crisoles y demás zarandajas. Todavía es posible
que sobre el albero se escriban páginas de gloria. Es cierto que es una
actividad sujeta a muchas derivas, que el hombre propone y el toro lo
descompone todo, pero por favor, vamos a dejar de hablar de rediseñar algo tan
maravilloso como una corrida llena de emociones.
La mejor información taurina en https://sevillatoro.es/