01 noviembre, 2016

Luque, de nuevo sin apoderado

En una entrevista fechada el lunes 31 de octubre en Diario de Sevilla, el matador Daniel Luque le aseguraba a Luis Nieto que seguiría con Ruiz Palomares en la próxima temporada. Al día siguiente, 1 de noviembre, el torero manda un comunicado en el que cuenta que ha roto con su apoderado. Es todo muy extraño. Juan Ruiz Palomares acudió a ver a Luque al festival de La Algaba, donde por ciento el de Gerena cuajó de manera sensacional un toro de Fuente Ymbro. No debió ser suficiente para El Patas, ya que se supone que al día siguiente rompió la relación con el diestro. 

Es evidente que Luque no es muy afortunado en apoderados. Este año su presencia en los ruedos ha caído de forma notable. Todavía le están pasando factura algunas de sus declaraciones de hace tiempo, como cuando afirmó que en veinte toros sería figura del toreo. De su personalidad no puedo decir nada, ya que siempre ha sido correcto y amable con la prensa y conmigo en particular. Se habla de su carácter, pero lo que importa es cómo torea. Y Luque torea muy bien, ya con el capote, ya con la muleta. Ahora llegará otro apoderado. Espero que encuentre su sitio en la Fiesta, que lo tiene, porque no se puede perder así de esta forma quien está tan capacitado para esta profesión. 

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19 octubre, 2016

El caso de Pepe Moral

Ya ha llegado el otoño, lo que en asuntos taurinos quiere decir que es tiempo de rupturas entre toreros y apoderados, y también de cambios en las cuadrillas. De las que conocemos, hay algunos que merecen un análisis detenido. Si José Garrido deja a El Tato es porque ya tiene en el horizonte nuevos apoderados. Es uno de los espadas con un futuro más claro en la próxima temporada. Le ocurre como a Paco Ureña, que ya fuera de la casa Chopera será para recalar en otra de tanta o más fuerza. Hay otra que duele mucho. Lo han dejado, solo un año después, Pepe Moral y Dávila Miura. El torero sevillano, del que se dice que en 2017 volverá a torear una corrida del hierro familiar, no ha podido enderezar la carrera del palaciego. Es cierto que los cartuchos de Sevilla y Madrid, salvados con dignidad pero sin triunfo, no ayudaron. Se dice que Eduardo anda muy entretenido con sus aficionados prácticos. La realidad es que muchos pensamos que Pepe Moral es un torero de más de siete corridas al año. Y, otra vez, se queda sin apoderado. Es una pena que Moral no rompa de verdad. Sabe torear muy bien, lo ha demostrado, pero el camino se le ha vuelto muy pedregoso. Será preciso seguir esperando, no cabe la resignación, tiene la moneda y puede cambiarla.  

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30 septiembre, 2016

El toro ordena un buen San Miguel


De las dos corridas de San Miguel, la primera queda etiquetada para siempre como mala y la segunda como buena. Y es verdad que en la primera pasaron pocas cosas, mientras que la del domingo fue una corrida plena de matices, de esas que se recuerdan mucho tiempo y que en el argot se dice que son de las que hacen afición. Y todo esto es así porque el toro es quien ordena el toreo.

El ganado de Alcurrucén del sábado fue manso y deslucido, con esa salvedad de Clarinete, el tercero de la tarde. Con semejantes toros, ni Morante ni Paco Ureña pudieron lograr nada lucido. En el caso de Morante siempre es más llamativo y noticiable que no pase nada. De Morante se espera siempre lo sublime. He dicho muchas veces que Morante en plan voluntarioso no es Morante. El lote de Paco Ureña fue de nulas posibilidades.

Quedó patente el progreso y la solvencia de Javier Jiménez, renacido este año y llamado a meterse en carteles de fuste en la temporada próxima. Tiene un toreo inteligente, ahí recuerda mucho a la gran figura de Espartinas, de nombre Juan Antonio. Pero se le nota su aprendizaje con Peralta, que fue un torero de buen gusto, de manera que este Javier le imprime a su toreo una elegancia llamativa.

Dos toros de Olga Jiménez fueron enormes para la muleta en la del domingo. Y se encontraron a dos toreros enormes. No hay toro sin torero ni viceversa. El que abrió plaza y el quinto, muy en la línea de Garcigrande, fueron ese tipo de toro repetidor y fijo que, con un punto de mansedumbre, permiten hacer el toreo bueno. Los toreros enormes fueron Castella y Manzanares.

Castella no ha logrado salir por la Puerta del Príncipe en sus veintiséis tardes en Sevilla. Y ha estado a punto alguna vez, como cuando desorejó a un toro de Zalduendo en 2006. Este San Miguel lo ha tenido en sus manos. Le cortó las dos orejas a un toro bueno y se fajó con el cornalón de Sampedro para intentar ligar la otra oreja que le permitiera abrir la puerta de la gloria. La espada le privó del premio.

Manzanares sí conoce el sabor de contemplar Triana desde la orilla de Sevilla. En este San Miguel ha completado su temporada. El toro de Olga lidiado como quinto, un animal de una capacidad para humillar casi inverosímil, le he posibilitado hacer una de las mejores faenas de su vida en la Maestranza, lo que en este torero ya es mucho decir. Baste apuntar que no se pude torear más despacio. Ahí quedan los dos cambios de manos eternos.

Para López Simón quedó el vino amargo de toros con mínimas posibilidades. Sin embargo, el sitio y el valor del madrileño le pudieron al de Sampedro y al basto de García Jiménez que cerró la tarde.

Así ha sido San Miguel. Mejor incluso que otros años. Y la plaza casi llena las dos tardes. Está claro que hay que organizar carteles atractivos y la gente responde. Como marco, la Maestranza de Sevilla en septiembre, es decir, la maravilla única de una luz sin igual en el mundo.   

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12 julio, 2016

La muerte del torero

La muerte de un torero produce una profunda conmoción en la sociedad. Es una reacción de dolor inmenso ante la tragedia, generalmente de una persona joven, que muere en el ruedo a causa de las heridas producidas por  un toro. No quiero ni mencionar las reacciones de los monstruos que, amparados en un animalismo falso, celebran la muerte del hombre ante el toro. Las personas de buenos sentimientos sienten un profundo dolor ante la cornada fatal.

El toreo es una actividad de alto riesgo. Hay otras actividades que también conllevan el peligro de la muerte, como ocurre con deportes como el motorismo, alpinismo y otros; a veces, la muerte llega simplemente por la práctica de esos deportes. Sin embargo, el impacto de la muerte del torero en la sociedad es superior a la que produce cualquier otra. ¿Cómo se entiende esta repercusión?

No me cabe ninguna duda que la esencia del toreo es distinta  a la de cualquier deporte.  El enfrentamiento con un ser irracional para generar un arte lleva en sí mismo un misterio profundo. La sociedad española ha convivido desde tiempo inmemorial con el arte de la tauromaquia. La muerte en el ruedo siempre fue considerada como la tragedia del artista que se inmola cuando está buscando su propia recreación artística. Aun siendo un drama, en España se ha aceptado siempre que el torero puede morir en el ruedo. En la esencia de la Fiesta de los toros está la muerte, ya sea la del toro, ya sea la del torero. Esta presencia de la muerte le ha dado contenido al toreo. Nadie podría entender que en el juego del toro y el torero no existiera el peligro. Si la muerte no estuviera presente, la tauromaquia dejaría de tener sentido. Sería un ballet al que podría acceder cualquiera, cuando se sabe que para ser torero hay que estar dotado de unas cualidades especiales.

La sociedad actual ha perdido la noción de la muerte en el toreo. El propio toreo, las corridas de toros, están dejando de ser el referente de esta sociedad. La lenta y contumaz propaganda animalista ha creado una situación extraña en la que a quienes somos aficionados casi nos da cierto pudor reconocerlo en público, algo que era impensable hace cincuenta años.

Pero además, en estos tiempos el poder del toro ha disminuido de forma llamativa. Al toro se le ha quitado pujanza y agresividad, de forma que hay ocasiones en las que el animal llega a producir compasión. Esta misma situación ha desvirtuado al toreo, de forma que una gran parte de la sociedad había llegado a pensar que el peligro no existía en los tiempos actuales con un toro poco agresivo en las plazas.

La muerte en el ruedo de un torero es distinta a todas porque está condicionada por la actitud libre de un ser humano que se enfrenta a un animal agresivo. En otras actividades la muerte es solitaria o se produce en el manejo de una máquina. Ambos casos pueden ser considerados como accidentes, pero ante la reacción de toro bravo no se puede ni pensar en el accidente. El toro coge, hiere y mata a los lidiadores. La historia de la Fiesta de los toros se ha alimentado de la sangre de los toreros como semilla necesaria para que nadie olvide que detrás de una embestida puede estar el final de la vida. Y se nos había olvidado que la muerte siempre acecha al torero.

A veces, la muerte de un torero, trágica siempre, desoladora y lamentable, puede tener un fruto positivo. Es el precio que ha pagado Víctor Barrio, que al morir en el ruedo de Teruel le ha brindado un servicio impagable a la profesión que tanto amó y a la que ha entregado su joven existencia. La muerte ha llegado de nuevo al ruedo del toro para que nadie olvide que cuando un hombre y un animal irracional se enfrentan, la vida está en juego. Es la razón que explica la grandeza del toreo.

Pero hay más. Esta muerte ha desenmascarado a un tipo de personas que están a nuestro alrededor y que esconden los peores instintos que uno se pueda imaginar. Se llega a comprender a quienes no les gusta la Fiesta de los toros, pero cuesta mucho aceptar que haya individuos con tan mala baba y tanta bajeza moral, gente que aprovechando la muerte de un torero han enseñado sus cartas como hijos de perra y piltrafas humanas. Una cosa es ser antitaurino y otra es ser un despojo inhumano.

Honor y gloria a Víctor Barrio, que murió para que su profesión amada alcanzara el respeto de la mayoría en momentos tan delicados para la Fiesta. El consuelo para esa familia, la madre y Raquel siempre en el pensamiento, que sobrellevan el drama con una actitud que solo merecen nuestra admiración.

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10 mayo, 2016

En contra del espectador

Este año se han celebrado dos festejos en Sevilla que debieron suspenderse, bien antes de su comienzo o en el curso del mismo. Son los del lunes 4 de abril y la novillada del 8 de mayo. La autoridad se ampara en el detalle de que los diestros deciden torear para permitir la celebración del festejo, pero esa misma autoridad se olvida de los derechos que tienen los espectadores a presenciar la corrida en las mejores condiciones.
El espectador que paga una localidad tiene derecho a ser testigo de lo que ha pagado, pero no de un festejo que, cuando llueve, ya no es el mismo. En estos tiempos no se puede consentir que el público se moje de forma persistente para ser testigo de algo diferente a lo previsto. Ni el juego de los toros, ni tampoco el comportamiento de los toreros, es el mismo con un ruedo seco que con uno encharcado.
Se entiende que los lidiadores anunciados no quieran renunciar a la oportunidad de torear en Sevilla. En ese caso la misma empresa debe ofrecerles la posibilidad de otra fecha para que puedan cumplir su compromiso. Ante esa necesidad que tienen los toreros de echar adelante un festejo, aunque las previsiones meteorológicas sean pésimas, debe actuar con sentido común la autoridad, que debe preservar la integridad de los espadas y sus cuadrillas, así como defender los derechos del espectador de presenciar un espectáculo íntegro. Y con lluvia no es el mismo espectáculo.
La autoridad lo tiene muy fácil. Basta con que atienda a lo que indica el Reglamento Taurino de Andalucía en su artículo 63, que le faculta para suspender de forma unilateral una corrida si las circunstancias impiden su normal desarrollo.
Así dice el citado artículo:
1.- Cuando exista o amenace mal tiempo de forma manifiesta o haga fuerte viento que pueda impedir el desarrollo de la lidia, el Presidente o Presidenta del espectáculo recabará de los espadas actuantes y del representante de la empresa organizadora, antes del comienzo de la corrida, su opinión ante dichas circunstancias, advirtiéndoles, en el caso de que decidan iniciar el espectáculo, que una vez comenzado el mismo sólo se suspenderá si la meteorología empeora, sustancialmente, de modo prolongado.
2.- Antes del comienzo del espectáculo, en caso de extrema peligrosidad para todos los profesionales actuantes y sin perjuicio de recabar la opinión de los espadas, el Presidente o Presidenta del espectáculo podrá decidir la no celebración del mismo, circunstancia que también procederá en tales situaciones cuando así lo convengan la opinión unánime de todos los espadas o rejoneadores actuantes, quedando vinculada por dicha decisión unánime la Presidencia.
3.- De igual modo, si iniciado el espectáculo, éste se viese afectado gravemente por cualquier circunstancia meteorológica o de otra índole, la Presidencia podrá ordenar la suspensión temporal del espectáculo hasta que cesen tales circunstancias y, si persisten, ordenar la suspensión definitiva del mismo.
Queda claro que si la meteorología es muy mala o empeora ya comenzado el festejo, empeora, el presidente puede ordenar la suspensión. En la novillada del domingo 8 de mayo, cuando murió el tercero de la tarde llovía a mares y el ruedo estaba enfangado. En ese momento el palco ordenó la salida del cuarto. El público huyó, algunos a las gradas y otros a su casa. El sentido común hubiera sido que la presidencia ordenara la suspensión. Es más, el mismo festejo se debería haber suspendido antes, ya que los pronósticos eran muy pesimistas. Así se hubiera evitado que los presentes se empaparan de agua y que el festejo resultara insufrible, en buena parte por el mal tiempo, que alteró totalmente su desarrollo.
Si a ello se añade el retraso del comienzo, la propia lidia tan lenta de nuestros días y el número final, pasadas las diez de la noche, del toro devuelto y que estuvo 25 minutos antes de que se permitiera estoquearlo, pues todo ello motivó que lo sucedido en esta novillada sea algo intolerable que debería mover a los responsables a tomar medidas en el futuro. Y, sobre todo, que alguien piense en el público.

08 mayo, 2016

Una izquierda sobrenatural

Todo estaba preparado para una tarde inolvidable, siempre con el permiso del toro. La llegada de José Tomás movilizó a los aficionados y a los curiosos. Desde  el Rey Emérito al más humilde aficionado, todos se citaron en la plaza de Jerez, que se colapsó ante la llegada del fenómeno. La corrida de Cuvillo fue ideal para la ocasión.  Baja de hechuras, cómoda de cabeza, la mayoría de los  toros se dejaron torear en distinto grado. Solo el quinto desentonó. No pasó nada. A Tomás había que verlo con uno muy bueno y con  otro vulgar.

Esta expectación necesita una justificación en el ruedo. Tomás se presentó en Jerez como lo hace un torero de cuerpo entero, en perfecto estado físico y torero. Su faena al excelente Lanudo lidiado en segundo lugar fue un compendio de toreo. La quietud de las plantas, asentadas en el albero en todos los momentos de la lidia; la templanza en las telas, milimétrica; la colocación ante el toro, siempre en el sitio justo; el ajuste inverosímil de sus muletazos, verdaderamente de asombro; todo fue de impacto.

Estatuarios en el centro, toreo con la derecha de calidad y naturales tremendos, en los que llevó con una lentitud clamorosa al  buen toro de Cuvillo prendido en su embestida hasta más allá de lo posible. Los faroles precedían a los de pecho, completos, pases de pecho de verdad. Todo fue de sensación, la plaza estaba conmovida ante una demostración del mejor toreo del espada de Galapagar.  Si a ello se le suma la solemnidad del diestro, esa forma de andar ante el toro en la que lo domina y lo respeta, se puede entender el estremecimiento de los tendidos ante una obra cumbre de principio a fin. No hay lugar a discusiones, lo de Tomás es otra cosa.

A la tarde le quedaba ver al torero con el toro malo. Fue el quinto, carita alta, desentendido de las suertes, de malos remates, con el que se puso delante para limarle, pase a pase, los problemas. Con la izquierda fue sometiendo con los vuelos de la muleta al toro, ganando un paso porque era el sitio y la distancia del animal, de forma que también con este menos agradable dejó la huella de su toreo. Tomás está puesto y dispuesto.

La corrida tuvo el momento dramático del primer toro, cuando Padilla fue cogido al poner banderillas. Resultó conmocionado con un golpe en la cabeza. Salió mermado para lidiarlo con toda la voluntad del mundo.

El cuarto fue un buen toro. Padilla, que jugaba en casa, salió a por todas. Era necesario triunfar ante su gente en una tarde tan especial. Lo puso todo dentro de su estilo torero. Lo recibió con una larga en tercio, puso banderillas y comenzó con derechazos de rodillas que encendieron al público. Logró el triunfo para irse con sus compañeros en volandas.

Manzanares toreó a placer al extraordinario toro tercero. Fue el torero que ahora aparece por las plazas, tan estético y tan distante. No es fácil ponerse a torear después de José Tomás. Lo mejor, una tanda final más reunida. La estocada recibiendo le dio las dos orejas.

El sexto fue otro gran toro de Cuvillo, al menos por la forma de meter abajo la cara. Manzanares subió su nivel con la derecha ante tanta calidad. Con la izquierda se vio mucho al toro y las tandas fueron breves. La gente ya estaba borracha de toreo y Manzanares se puso a descabellar sin tino.

Con la lluvia por testigo, con el viento fresco presente, la plaza asistió ensimismada a la demostración pletórica de Tomás. Sobre todo, la izquierda, tan maravillosa en el segundo como dominadora en el quinto. Algo sobrenatural. Así se vuelve a plazas.

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27 abril, 2016

Sevilla: 16ª de abono - Dos espontáneos

Dos espontáneos. Fue algo insólito. En el tercero, antes de comenzar la faena Escribano, se lanzó a la plaza un espontáneo ya conocido, que intentó torear con la chaqueta. Se llevó algún sopapo. Y en el quinto se intentó tirar otro que fue cazado en el callejón.

Saludos. Saludaron en las banderillas del segundo Lipi y Fernando Sánchez, que estuvo bien en los dos toros. Buena tarde de José Mora.

Chicharito.  El picador de Escribano brilló en el tercio de varas del tercero. Fue muy aplaudido.


Premios médicos.  El equipo médico concedió sus premios al finalizar la Feria. Morante se llevó el artístico por un quite realizado el 8 de abril, mientras que Jaime Padilla se llevó el providencial, por dos quites hechos ayer a Marco Galán en el mismo toro. Padilla repite en este trofeo.

Sevilla: 15ª de abono - Treinta minutos de retraso

Retraso de 30 minutos. El acondicionamiento del ruedo obligó a retrasar la corrida casi 30 minutos. La megafonía anunció que los toreros habían dado su visto bueno al ruedo. El trabajo de los operarios fue inmenso.

Cambio de zapatillas. Padilla se cambió las zapatillas en el segundo, porque las que tenía colocadas le quedaban un poco anchas y quería unas más ajustadas.

Cuadrillas: Destacó en el tercero el picador Juan de Dios Quinta. En la brega, Álvaro Oliver, de la cuadrilla de Finito de Córdoba, y Daniel Duarte, de Padilla.


Puya rota. En el cuarto se partió la puya. El castigo que recibía el toro era enorme por parte del piquero de turno. 

Sevilla: 14ª de abono - El Juli, herido de gravedad

El Juli, herido. El Juli fue atendido en la enfermería. Según el parte tiene una herida por asta de toro en región glútea derecha de 15 cm. que lesiona el músculo glúteo mayor. Pronóstico, grave, según el doctor Mulet.

Proliferan los cantantes.  De nuevo hubo cantaores en las gradas. El público ya no aguanta estas absurdas manifestaciones y los calló a tiempo.

Caballo herido.  En la suerte de varas del segundo el caballo que montaba Diego Ortiz fue retirado al resultar herido. El reserva, Salvador Núñez, puso la segunda vara.

Cuadrillas.  Muy buena lidia de Juan José Domínguez al sexto. A caballo, destacaron Manuel Molina y Sergio Molina en tercero y sexto.

Viento. El viento molestó a los lidiadores en distintos momentos del festejo.

Sevilla: 13ª de abono - Garrido sufrió una paliza

José Garrido. El matador de toros extremeño pasó a la enfermería después de matar al tercero. Fue atendido de conmoción cerebral y varetazo en región abdominal y axila. Se le pusieron analgésicos y sueros.

Vaqueros. Garrido salió para lidiar el sexto con unos llamativos pantalones vaqueros que llegaban hasta las zapatillas.

Saludos.  Saludó en las banderillas del cuarto José Chacón. En el quinto, Jesús González ‘Suso’ y Luis Blázquez también se quitaron la montera. Entre los picadores aplausos para Barroso y Aitor Sánchez.


Cante en la grada.  Al comienzo de la faena de Manzanares al segundo, comenzó uno a cantar en la grada de sol. No prosperó el asunto, acallado por la propia plaza. El cante debe estar prohibido en los toros.

22 abril, 2016

Sevilla: 12ª de abono - Segundo indulto del siglo XXI

Nuevo indulto. El del cuarto, toro de nombre, ‘Cobradiezmos’ es el segundo del siglo XXI en Sevilla. Antes, el 30 de abril de 2011, fue indultado ‘Arrojado’, de Núñez del Cuvillo por José María Manzanares.

Cuadrillas. No hubo saludos de banderilleros, aunque sí hubo lucimiento, como ocurrió con Curro Vivas en las banderillas del sexto, o de Juan Sierra con el capote.

Picadores.  Fue una buena tarde de picadores. Chicharito picó bien al indultado. Muy bien Vicente González  y Francisco José Quinta.

Música a un toro. Cuando el toro indultado se marchaba a los corrales, la banda tocó música en su honor.


Brindis a un micrófono.  El diestro Morenito de Aranda brindó el segundo a un micrófono de la televisión.

13 abril, 2016

Sevilla: 11ª de abono - La vuelta de Lili

Vuelta de Lili. El buen banderillero de Morante reapareció después de la cornada sufrida el Domingo de Resurrección. Estuvo muy bien toda la tarde.

Bebidas. El que va a los toros estos días de Feria llega con sus combinados en la mano. Además del peligro que supone para la ropa del que resulte rociado, lo que pasa con frecuencia, supone una situación poco adecuada para presenciar el espectáculo. Porque no se ingiere un vaso, lo normal es que se repita una y otra vez. Otro aspecto de la modernidad en los toros.

Saludos. Saludaron en las banderillas del sexto Domingo Siro y Jesús Arruga. Fue muy aplaudido el picador Aurelio Cruz en el cuarto.


Cabestros.  En primero fue devuelto a los corrales y la parada de cabestros volvió a mostrar su calidad al llevarse al toro con rapidez.

Sevilla: 10ª de abono - Frío con media plaza

Media plaza. El cartel no congregó más que media plaza en el coso del Baratillo. Con el frío y el viento, el aspecto de la plaza no fue el de los lunes del alumbrado.

Saludos. Saludaron en las banderillas del segundo Ángel Otero y José María Tejero. En el sexto lo hicieron los hermanos Neiro, Abrahán y José Luis.

Quite de Pirri. El tercero de la cuadrilla de El Cid, David Pirri, hizo un quite providencial enorme a José Luis Neiro en el sexto.

Alcalareño lesionado. El buen banderillero Alcalareño pasó a la enfermería aquejado de molestias en la cadera. Quedó pendiente de estudios radiológicos.


Bolsas de plástico. El viento hizo volar bolsas de plástico por el ruedo en varios toros. Especialmente, en el primero en la faena de El Cid.

Sevilla: 9ª de abono - El Centauro eterno

Centauro eterno. Como apoderado de Lea Vicens, en el callejón estaba don Ángel Peralta, eterno centauro de La Puebla. Se mantiene joven e ilusionado esta gloria del toreo a caballo.

Nombres de caballos.  Los tres rejoneadores anunciaron con las tablillas los nombres de los caballos. Poco a poco se va normalizando esta costumbre tan acertada.

Música.  La banda volvió a dar un concierto maravilloso, que para algunos es el mayor aliciente de estos festejos.

Puntilleros.  No se entiende bien que en Sevilla los puntilleros de los matadores retrasen el arrastre a las mulillas. Ayer ocurrió varias veces. La autoridad debe intervenir con energía.


Diez minutos. Es el tiempo que estuvieron los caballeros en la plaza tras el paseíllo antes de la salida del primero.

Sevilla: 8ª de abono - El Rey Juan Carlos, con la Fiesta

El Rey Juan Carlos. El Rey emérito Juan Carlos I asistió a la corrida desde el Palco Real acompañado por su hija Elena y su nieta Victoria Federica. La plaza estalló en una ovación prolongada cuando apareció en el palco. Se reconocía así su apoyo a la Fiesta sin reservas.

Brindis al Rey. Los tres espadas le brindaron al Rey Juan Carlos sus primeros toros entre el clamor popular.

Fallo del palco.  Hace unos días acertó José Luque Teruel al no devolver un toro a los corrales, pero ayer se equivocó. Ese toro parecía lesionado de salida.

Cuadrillas.  Excelente Chocolate al picar al quinto. Muy bien Luis Blázquez y Rafael Rosa en las banderillas de ese mismo toro.


Espontáneo.  Un espontáneo con camiseta del Betis quiso saltar al ruedo pero fue atrapado antes de hacerlo.

Sevilla: 7ª de abono - Música para Curro Javier

Curro Javier. De nuevo la plaza de Sevilla se volcó con la actuación de Curro Javier, que colocó dos pares enormes en el tercero. La música comenzó a sonar antes de colocar el segundo, como homenaje a uno de los banderilleros más laureados del toreo en Sevilla.

Cuadrillas. Además de Curro Javier, que lidió bien al sexto, destacó con el capote José María Soler en el segundo, lo mismo que Javier Ambel en el tercero. Saludó Guillermo Barbero en el tercero.

Doble brindis.  Miguel Ángel Perera brindó sus dos toros a la plaza. En ambos dejó la montera colocada boca abajo en la segunda raya.


Toro encelado y coleo.  El quinto se enceló con el caballo y no había manera de sacarlo. Lo hizo en las dos veces que fue picado. Morante coleó al toro con acierto en las dos ocasiones.

08 abril, 2016

Sevilla: 6ª de abono - Fernández Pineda, al menos un quite

Fernández Pineda. El diestro Antonio Fernández Pineda actuó de sobresaliente. Hizo un quite por chicuelinas en el sexto muy entonado.

Saludos excesivos.  Hubo muchos saludos de banderilleros por pares buenos pero si alcanzar el grado de calidad para los saludos. Lo hicieron  Domingo Siro, Jesús Arruga (tres veces), Miguel Ángel Sánchez y Vicente Osuna. Todos de la cuadrilla de López Simón. Destacó la lidia de José Chacón en el quinto.

La banda.  Comenzó a tocar el pasodoble muy tarde en el sexto. Se consigue con ello que los toreros alarguen las faenas. En otros momentos del festejo tocó sin causa justificada.

Las zapatillas. López Simón perdió las zapatillas en la lidia del segundo. Se quedó sin una por un pisotón y se quitó la otra de inmediato.

Sevilla: 5ª de abono - Percance y casta torera de Alcalareño

José Manuel Alcalareño. El excelente banderillero de El Cid fue cogido en el primer par del segundo toro. No pasó nada de milagro. En un alarde casta, Alcalareño cogió los palos para clavar el tercero de la tanda.

Saludos. Saludaron en las banderillas del sexto Jarocho y Fernando Sánchez, que estuvo bien en los dos toros. Buena tarde de Miguel Martín.

Juan Bernal.  Fue derribado en el quinto, se repuso y picó de forma acertada en la segunda vara. En su caída, el monosabio coleó al toro que se había ensañado con el caballo.

Colombiano. Un colombiano saludó a Madrid en el sol. La confusión de plaza no tiene ninguna excusa.


Clarineros. En el cuarto los clarineros emitieron su habitual gallo de todos los años. Lo enmendaron a continuación con un toque solemne y alargado que fue un prodigio.

06 abril, 2016

Sevilla: 4ª de abono - Tarde de buenos banderilleros

  • Saludos en banderillas. Fue una tarde de buenos banderilleros. Saludaron Curro Robles, Fernando Sánchez, Lipi, Raúl Limón y Vicente Varela. Debió saludar Pérez Valcárcel. Con el capote, brillante la lidia de Lipi en el tercero. A caballo, bien Juan A. Carbonell en el quinto.
  • Presidente acertado. José Luque Teruel estuvo acertado al mantener al tercero, que era muy débil, aunque embistió con calidad enorme en la muleta. Para los que exigen un toro más fuerte, no era ideal, pero su clase permitió una buena faena de Javier Jiménez.
  • Brindis variados.  Fue una tarde de muchos brindis. Delgado le brindó el cuarto a su apoderado Hipólito. Moral le brindó el quinto a Carlos Herrera.  iménez brindó el tercero a su padre y el sexto a un amigo.
  • Faena sin zapatillas. Pepe Moral se quitó las zapatillas en la faena del quinto.  El ruedo estaba perfecto, así que debían molestarle al torero.

Sevilla: 3ª de abono - Viento, lluvia y fango

  • La cubierta. El enorme plástico que cubrió la plaza durante la jornada hizo el milagro y el ruedo aparecía en buen estado. El trabajo de los operarios, de nota
  • Patinaje. El callejón se convierte en una pista de patinaje en jornadas de lluvia. Ahí no hay plásticos. Sería bueno pensar en una fórmula para que no se convierta en un fangal
  • Brindis. Borja Jiménez le brindó el tercero a su mozo de espadas. Esaú Fernández brindó el cuarto a Fortes. Borja lo hizo a la plaza en el sexto.
  • Zapatillas fuera. En el quinto, Jiménez Fortes se quitó las zapatillas. Fue el único matador que lo hizo en tarde de posibles resbalones.
  • Cuadrillas. Trabajo eficaz de los hombres de plata. Destacó Curro Robles con los palos.
  • Javier Jiménez. Javier estuvo toda la tarde pendiente de su hermano Borja. Hoy será al revés.

04 abril, 2016

Sevilla: 2ª de abono: Multitud de pasodobles y hermosos caballos

Sin lluvia. La amenaza de lluvia no se hizo presente. El ruedo se cubrió con el plástico. Al final de la corrida bajó mucho la temperatura.
Brindis. Debutó en Sevilla el rejoneador Roberto Armendáriz, que antes de comenzar su labor dejó el sombrero en el centro de un montículo de albero. Andrés Romero brindó a su madre el sexto, que se encontraba en el tendido 3
Luces. Se encendieron los focos de la plaza en el cuarto. La corrida fue más larga de lo habitual en estos festejos de rejones. Duró dos horas y media.
Música. Dijo alguien que lo mejor de las corridas de rejones es que la banda de Tejera interpreta multitud de pasodobles. Hasta veinte diferentes tocó en la tarde de ayer para regocijo de los melómanos.
Ya empezamos con el cante. Otra moda que debe extinguirse en la plaza de toros de Sevilla es la del cante a los toreros. A Romero le cantaron desde una grada de sol antes de comenzar su labor. Está prohibido el cante.
Servidor y fotógrafo. El rejoneador Armendáriz tenía un servidor de banderillas que al mismo tiempo hacía fotos. Fue llamado al orden por el delegado gubernativo y hubo sus más sus menos.
Cuadrillas. En las corridas de rejones las cuadrillas brillan menos, pues se limitan a algunos capotazos en los momentos en los que los caballeros cambian de caballo. Ayer cumplieron sin más.
La grada de los niños. Andrés Romero había invitado a un grupo de niños que se situaron en la Grada Alta del 12. Como es natural fueron sus incansables animadores en todo momento.

29 marzo, 2016

Sangre en el ruedo y olvido lamentable

- Antonio Jiménez ‘Lili’ sufrió una grave cornada en el cuarto, que le cogió a la salida de un par de banderillas. Quince centímetros y la safena tocada. Pasó al hospital Santa Ángela de la Cruz.
- No hubo minuto de silencio en memoria del periodista Fernando Carrasco. Fue lamentable que se olvidaran de ese detalle, más cuando se antes se hizo con otros periodistas y personajes sin la entidad del compañero fallecido.
- Alfonso Barroso se agarró muy bien en el quinto y logró que la cabalgadura no fuera derribada. Entre los banderilleros, valiente Rafael Rosa, que saludó tras las banderillas del segundo.
- Saludos tras el paseíllo ante la ovación de la plaza a la terna, aunque era evidente que estaba dirigida a Morante.
- Canorea volvió a salir a relucir. Uno dijo aquella ya tan manido de «Canorea, parce que compras los toros en los chinos». Aunque se ha ido, Canorea sigue, y seguirá, presente.
- El tercero se lesionó tras el segundo puyazo y fue devuelto con acierto por el palco. Las entradas son caras como para dejar al público con un toro menos.

09 febrero, 2016

Sevilla vuelve a tener protagonismo

La Feria de Sevilla volverá a adquirir gran prestigio durante la actual temporada. Los carteles anunciados contienen argumentos para que el aficionado vuelva a la Real Maestranza con ilusión. Es cierto que algunos aspectos podrían ser más novedosos, como las ganaderías o la obstinación de las figuras en arroparse sin dejar que entren toreros nuevos, pero hay que admitir que el ambiente taurino sevillano será muy diferente este año al que hemos vivido en las dos últimas temporadas.

Recompuesta la relación entre las figuras y la empresa Pagés, una vez que éste quedó reducida a uno solo de sus componentes en la figura de Ramón Valencia, desaparecido el llamado G-5, la Maestranza volverá a acoger a toreros como El Juli, Morante, Perera y Talavante. Se esta forma, el torero de La Puebla se postula como el heredero de aquellos otros toreros – Curro, Ordóñez, Pepe Luis – que se anunciaron en cinco tardes en la Feria de Abril para llevar el peso del ciclo. Es el paso adelante que hace tiempo le pedíamos a Morante, que cuando va a comenzar su temporada número 20 como matador de toros –tomó la alternativa a mediados de 1997 – apenas tiene una Puerta del Príncipe en su esportón y pocos triunfos de clamor para convertirse en el torero de Sevilla, algo a lo que está destinado por su genial estilo torero. Su apuesta es bienvenida. Más vale tarde que nunca. 

Manzanares vuelve a Sevilla tras su salida del grupo. Sabe que la Maestranza le quiere y se debe a su afición. Ahora solo falta saber qué torero pisará el ruedo maestrante. El Juli torea dos corridas amparado en Morante. No ha pedido la de Miura, en la que estaba anunciado en 2013 cuando sufrió la brutal cornada del viernes de feria. Hubiera sido todo un detalle. De alguna forma, El Juli le debe una de Miura a Sevilla. Que Talavante solo toree la de Resurrección parece muy poco. El caso de Perera puede ser diferente. Actúa junto a Morante y El Juli y así se asegura el lleno en los tendidos. Será la primera plaza de primera que pisará tras su tremendo percance del pasado año. Castella amplía su presencia en la Feria como consecuencia de su buen estado de forma.

La irrupción de toreros como López Simón, Roca Rey, Adame, Garrido, Paco Ureña y Morenito de Aranda se refleja en los carteles de forma diversa. En este sentido, algunos carteles siguen muy cerrados y solo se admite la entrada de un torero nuevo, o ninguno como ocurre en la de Victoriano del Río, de forma que hubiera sido un acierto anunciar a una figura con dos nuevos. En los carteles falta la competencia directa entre los toreros llamados emergentes. Roca Rey, López Simón y Garrido no se verán las caras en el ruedo. Se ha perdido la oportunidad de dar un paso adelante y anunciarlos juntos.

La ausencia de Ferrera por lesión es una mala noticia. El detalle de que toreros como Perera, Talavante o Ponce solo vengan a una corrida, junto con la desgracia del torero ibicenco, ha dejado hueco a cinco jóvenes sevillanos, que de otra forma lo hubieran tenido muy complicado. El Cid torea dos tardes y se borra de Victorino. Escribano vuelve a Victorino y Miura. No es lo que le apetecía al torero de Gerena, pero también es verdad que si mantiene su entrega en este tipo de corridas puede encontrar un camino que le dará prestigio ante la afición y buenos dividendos. Daniel Luque se queda en una sola presencia. Es alentador que David Mora esté en los carteles. Sabe a poco la única corrida para Diego Urdiales. No se entiende bien lo de Miguel Abellán y es bienvenido el cartel de Miura con Rafaelillo, Castaño y Escribano. 

Las ganaderías, ya conocidas desde Navidad, son las que exigen las figuras. Aquí es preciso advertir que muchas de ellas han cosechado sonoros fracasos en esta misma plaza. Es necesario abrir el abanico ganadero para que otros encastes puedan lidiar en la Maestranza. Y también sería bueno que las figuras, tanto las consolidadas como las emergentes, lidien corridas de toros poderosas y encastadas. Es lo que se ha dado en llamar gestos. Después del fallido intento de El Juli con Miura, es algo que parece una quimera.

San Miguel sigue el patrón de la Feria con carteles de dos figuras y un torero nuevo. Se deja un puesto en la corrida de Alcurrucén que parecía destinado a Diego Urdiales. No pare acertado dejarlo sin cubrir. En cuanto a las novilladas del abono, con seis festejos es imposible que puedan torear los sesenta que han pedido hacerlo. Es una injusticia que Miguel Ángel Silva, una oreja en la del Conde la Maza en 2015, se haya quedado fuera de los carteles.

En definitiva, una feria atractiva que debe llenar la plaza en seis o siete tardes. Morante carga con el peso de una Feria en la que deberían haberse abierto los carteles para que los nuevos diestros compitan entre ellos. La empresa ha hecho un buen trabajo, a pesar de estos detalles, que tendrá su recompensa si el abono, como mínimo, se duplica. Es un año en el que Sevilla vuelve a su sitio. Sin embargo, en el futuro los carteles sevillanos deben ser más rompedores: ganaderías diferentes, gesto de alto nivel y carteles que permitan la competencia en el ruedo

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