18 diciembre, 2015

La integridad de Pepe Limeño

Año 1971. Feria de Abril de Sevilla. Día 22 de abril. Corrida de toros de lujo el jueves de farolillos con toros de Manuel Arranz y un cartel que anuncia a Limeño, El Cordobés y José Luis Parada. Tarde gris y fría. Limeño pasaporta dos toros fuertes, los dos de mayor peso. No ocurre nada relevante.  El segundo, en palabras de los revisteros de entonces, era de borreguil docilidad. El fenómeno le corta la oreja. El quinto es protestado por falta de trapío. Se devuelve después de ponerle banderillas. Parada deja el perfume de su toreo elegante y corta una oreja al tercero y no remata con la espada una gran faena al sexto. Una corrida, en apariencias, normal.

Al día siguiente Pepe Limeño acude a recoger la Oreja de Oro de la Asociación de la Prensa como triunfador de la feria del año 1970. Era su tercera de Oreja de Oro consecutiva. Cuando habló para agradecer el premio, de manera inesperada y sorprendente, anuncia que se retira de los toros.

¿Qué había ocurrido? Pepe Limeño llegó al hotel muy afectado. No podía entender cómo en el mismo lote habían caído los dos toros más fuertes del encierro. Uno de sus banderilleros le sacó de dudas y le confesó algo insólito: No había habido sorteo. Pepe Limeño se percató que su lucha es imposible. Llevaba cuatro salidas por la Puerta del Príncipe en los tres últimos años y apenas había podido torear en las ferias. No había hecho el paseíllo en San Isidro en su carrera taurina desde que en 1960 Diego Puerta le otorgara la alternativa en la Maestranza. Y en esa lucha tremenda, llega este incidente como prueba del mando de un torero, El Cordobés, que se salta todo lo reglamentado con el permiso de la autoridad, y se encuentra con el atropello de que ha salido a torear sin que las reses se hayan sorteado. 

Limeño, por dignidad, se marcha de los toros. Dejó de torear la corrida de Miura del día 25. Como los designios divinos son inescrutables, ese día fue vital para Ruiz Miguel que le cortó las orejas y el rabo a un toro de la divisa de Zahariche.  

Limeño no se fue del todo. Ese mismo año toreó una con El Cordobés en su tierra natal. Tenía la promesa de al menos veinte festejos abriendo cartel. Solo lo hizo en una corrida y fue para apoyar  la entrada en su propia tierra sanluqueña de la gran figura de la época.

Ahora que se ha muerto, bueno es recordar este pasaje, que nos habla de un tío íntegro que dejó su profesión ante el atropello de la figura. No es nuevo. Ha ocurrido siempre. El atropello sigue en nuestros tiempos, lo que ocurre es que no hay toreros como Limeño que lo denuncian. Porque Limeño, a pesar de los consejos para que se callara, lo contó a quien quiso escucharlo.

La vida fue generosa con Pepe. Fue una persona como la copa de un pino. Siguió en el mundo del toro como un veedor excepcional. Y así ha sido siempre hasta hace muy poco tiempo. Nos queda su calidad humana. Nos quedan sus triunfos en Sevilla. Nos queda su integridad personal.

25 noviembre, 2015

La Fiesta, en los tribunales de justicia

El futuro de la Fiesta está en los tribunales. No es una exageración. Es la opinión de expertos juristas que razonan que el momento actual es crítico y será precisa una firme voluntad del sector taurino para hacerle frente a lo que se viene encima. Algunas administraciones han optado por la obstrucción, la abolición y la muerte por inanición. El camino es la justicia, amparado en las leyes que deben jugar a favor de la Tauromaquia, sobre todo la que la considera Patrimonio Inmaterial, aunque la defensa final debe llegar con el pronunciamiento del Tribunal Constitucional por la prohibición de la Fiesta en Cataluña, algo que es extensivo a otras comunidades y municipios.

Esto es muy farragoso para quienes no somos juristas. Lo que parece evidente es que ya es posible acudir a los tribunales a defenderse ante los ataques que sufren los aficionados y profesionales, como ha hecho Morante con el individuo que salta a las plazas, aunque es preferible que en el futuro las demandas las interpongan asociaciones, mejor si son de aficionados o profesionales.

Todo es muy preocupante. Estamos en las vísperas de unas elecciones generales. A los lectores de esta ilustre revista no hace falta que este espacio se convierta en un mitin, pero es bueno recapacitar a quién se vota si verdaderamente somos aficionados. No hay muchas opciones. En este punto me permito expresar mi la­mento por la actitud incoherente de los socialistas, que en un lugar apoyan a la Fiesta y en otro les arrean un varapalo mortal. Que no me digan que en cada ámbito es distinto el papel de la Tauromaquia, no me lo creo, es simplemente una evidente postura oportunista para buscar el voto. En Mallorca les da votos apoyar el fin de las corridas de toros y en Andalucía les podría restar muchos apoyos si se muestran contrarios al toreo. Me duele esta postura porque, como ya he dicho otras veces, conozco bien el trabajo de algunos cargos de la Junta de Andalucía en defensa de la Fiesta, que con lo que hacen sus camaradas baleares queda totalmente en entredicho. No es mal momento para insistir que el toreo también se juega muchas cosas el 20-D y que el voto del aficionado no puede nunca ir a parar a quienes pretenden acabar con nuestra más hermosa tradición.

02 septiembre, 2015

El toro, la asignatura pendiente en Málaga

La Feria taurina de Málaga de 2015 ya es historia. El balance no ha sido tan satisfactorio como se podía esperar. El toro, tanto en su presentación como por su juego, ha sido culpable de que la Feria no haya remontado el vuelo. Como es normal, sobre el albero de La Malagueta ha habido buenas noticias toreras junto a otras menos agradables.

La plaza de toros ha registrado, en general, unas entradas aceptables, lo que puede considerarse como positivo. Con relación al año pasado, según datos de la empresa, ha acudido más gente a la plaza. Las mejores entradas, como se podía esperar llegaron el miércoles – encerrona de Talavante -, jueves – El Juli y Perera -, y el viernes, con Morante y Manzanares.

El público malagueño ha seguido siendo amable y alegre, ha pedido orejas con facilidad,  aunque ha sabido reaccionar cuando en el ruedo había emoción. Se ha apreciado que ha acudido un personal poco entendido, que llegó al coso gracias a la generosidad de la propiedad. Es un buen detalle, pero no es bueno que encime tomen protagonismo con gritos absurdos.

En la Feria se han cortado en total 16 orejas. De ellas, 11 han sido para matadores de toros. Con dos orejas figuran Joselito Adame, Alejandro Talavante, Salvador Vega y Miguel Ángel Perera. Con una oreja, Manuel Escribano, El Fandi y Morante de la Puebla. El novillero José Antonio Lavado cortó un trofeo. Entre los rejoneadores, dos para Leonardo Hernández, y una para Diego Ventura y Hermoso.

Las ganaderías

El juego del ganado no ha sido bueno. Tampoco la presentación ha sido uniforme en la Feria. Los encierros de Martín Lorca, Torrestrella y Fuente Ymbro estuvieron bien presentados. Hay que anotar que en ellos no se anunciaron figuras.

En la corrida en solitario de Talavante, la elección del ganado fue un desastre y ello condenó al torero. Saltaron al ruedo reses de escasa presencia. Los toros de Victoriano del Río y Núñez del Cuvillo, muy desiguales con algunos de ellos sin el remate adecuado.

No ha habido ninguna corrida buena en conjunto por su juego. Entre los toros, el mejor debe ser considerado el segundo de Torrestrella, de nombre ‘Confitero’, encastado y que fue bien entendido por Adame. En esa misma corrida destacó el noble primero.

También hay que mencionar al toro de Garcigrande de la encerrona de Talavante, que no fue bravo pero acabó embistiendo en parte porque el torero lo metió en la canasta. De Victoriano del Río, el sexto del festejo fue noble, lo mismo que el tercero, ambos en el lote de Perera. Desigual de juego la de Cuvillo con un segundo noble y el cuarto con movilidad. De la de Fuente Ymbro del sábado, una corrida con mucho que torear, el cuarto solamente.

Los toreros

De la terna malagueña, el mejor fue Salvador Vega, maduro y con un toreo vistoso. Se ganó la sustitución de Fortes el viernes y cumplió mejor en el segundo que con el quinto. Muy bien Joselito Adame, torero capaz y valiente. Escribano estuvo bien y demostró los motivos de su gran campaña. Talavante se estrelló con el ganado. Estuvo bien en el de Garcigrande y menos resuelto con el resto de toros, malos pero para que hubiera dado una imagen mejor. Miguel Ángel Perera se mostró arrollador el jueves en dos faenas de temple y poder.

La faena de la Feria llevó la firma de Morante de la  Puebla. Fue una sinfonía del toreo eterno con sabor y reminiscencias de la tauromaquia de otros tiempos. Cada muletazo fue una joya preciosa que la plaza recibió alborozada.

La tarde de López Simón el sábado fue de las que dejan huella por el valor de un torero llamado a ocupar un lugar alto en el escalafón. De los demás toreros, buena voluntad en Galán, Fernando Rey, José Garrrido, El Fandi, que cortó su oreja y Castella. Los fracasos sin excusas llevaron la firma de El Juli y Manzanares. Sin toros boyantes, ambos ofrecieron una paupérrima imagen. A las figuras hay que exigirles mucho.

La novillada de apertura de Fernando Peña fue un aperitivo indigesto. Oreja para Lavado y buena imagen de Ginés Marín. El rejoneador Ventura se mostró pletórico con el primero que lidió. Leonardo y Hermoso llevaron el clamor al tendido en el cierrae.

Otros detalles

Ha habido tres percanes en la Feria. Los novilleros Joaquín Galdós, leve, y Javier Orozco, grave, sufrieron la aspereza de la novillada de Peña. El banderillero José María Amores sufrió una cornada muy aparatosa por la extensión. Todos se han recuperado.

Aceptable nivel en las cuadrillas durante la Feria. Javier Ambel ha toreado varias tardes, siempre con acierto con capote y banderillas. Saludó con Álvaro Núñez y Raúl Limón en la del lunes. Juan José Trujillo fue nuevamente profeta en su tierra. Curro Javier saludó por dos buenos pares el viernes, lo mismo que Víctor Nieto.

Se ha picado bastante mal durante toda la Feria. El tercio de varas no se ha cuidado, en general se ha minimizado con puyazos bajos y traseros, cuando sencillamente se ha marrado para no castigar a toros sin pujanza. El único picador que hizo la suerte y brilló fue Pedro Iturralde en la corrida del 17 en el tercero de la tarde. Sencillamente colosal.  

La autoridad ha cumplido con algunos altibajos. Se han lidiado, y por tanto aprobado, toros que no llegaban al mínimo que requiere La Malagueta. Ha sido el gran fallo. En el palco han estado bien en general ambos equipos. Se han concedido las primeras orejas que pidió la plaza. La única oreja para un matador fue para Talavante, que aunque no la merecía, se dio por las circunstancias especiales de esa corrida. Fue lamentable que algunos energúmenos amenazaran a la presidenta con voces y gestos soeces que obligaron a la policía a intervenir. Ese tipo de personas sobran en las plazas.  

Los alguacilillos siguen sin cumplir con su cometido. Los toreros se colocan mal y no les llaman la atención. En el callejón, la autoridad ha sido más discreta. Las mulillas se han llevado los toros con diligencia. Parece que estos aspectos acercan a Málaga a su nivel de plaza de primera.

La música ha sido desconcertante. Se erigió en protagonista con Adame al dejar de tocar en mitad de faena. El azteca ordenó que no tocara cuando reanudó el pasodoble. A López Simón ni le tocó en su primer toro. En general sigue siendo una banda muy buena desde el punto de vista musical y con poco criterio taurino.

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12 agosto, 2015

Reflexiones tras la cornada de Rivera Ordóñez


La tremenda cornada sufrida por Francisco Rivera Ordóñez y algunas reacciones que se han producido requiere algunas reflexiones.

1.- Los toreros se juegan la vida

El torero sigue jugándose la vida cuando se pone delante de los toros. A fuerza de repetirse esta máxima, muchas veces se nos olvida. Se llega a pensar que el toro de nuestros días es inofensivo, pero la verdad es que el peligro permanece intacto. Por eso, todo juicio a los lidiadores debe hacerse bajo la premisa del peligro permanente.

2.- Paquirri

Las imágenes de la cornada nos traen recuerdos del pasado por lo que tienen de parecido a la que sufrió su padre. Toreo de capa, toro que se vence con toda la fuerza que tienen recién salidos al ruedo, presa en el cuerpo del torero y un tiempo que parece eterno girando sobre el pitón. La historia, tan caprichosa, ha podido repetirse.

3.- Cirugía taurina

Los médicos taurinos han vuelto a demostrar su preparación y eficacia. Se trata de una cirugía de urgencias sin posibilidades de hacer pruebas anteriores para conocer los detalles de las heridas del torero. Es una cirugía de máximo riesgo y de una exigencia superior. Nunca se ponderará lo suficiente esta labor. El trabajo del doctor Crespo, por lo que conozco, ha sido impecable, a pesar de encontrarse con lesiones con las que no contaba.

4.- Un milagro

Ha sido una cornada con mucha suerte. Los caminos que ha seguido el pitón, disecando de la arteria ilíaca (probablemente la que le seccionó Avispado a su padre en Pozoblanco), indican que de verdadero milagro no se ha producido una tragedia. Ni que decir tiene que si la aorta es dañada no hubiera sido posible ninguna intervención.

5.- Antitaurinos

Esta cornada llega en un momento muy especial para la Fiesta de los toros. La creciente campaña antitaurina, apoyada por los políticos de nuevo cuño que quieren eliminarla del mapa, ha enrarecido el mundo de los toros. Los enemigos se han venido arriba y los aficionados y profesionales comienzan a estar más que hartos de este atosigamiento. En este momento de incertidumbre, con una minoría crecida por sus actos ilegales de sabotaje de las corridas y el mundo del toro dispuesto a defender sus derechos, llega esta cornada, que para mayor resonancia le ocurre a un matador de toros cuya fama trasciende a los ruedos, aunque todos sabemos que Francisco es torero por encima de todo. El percance puede influir de forma variada en este momento crucial de la historia del toreo.

6.- Las cornadas son el tributo que paga el torero

Puede repercutir de forma positiva. La cornada y el riesgo vital son el soporte de la grandeza de la Fiesta. Si los lidiadores no pusieran su vida en juego, la tauromaquia no tendría sentido. Cuando en el mundo del toro crecía la indignación por los ataques repetidos, este percance puede unir a todos ante una situación que ha llegado a un límite insoportable.

7.- Actitud cínica de los antitaurinos

La parte negativa es que las cornadas sirven de estímulo a los enemigos. Se amparan en que el riesgo existe y las críticas aumentan. Es una actitud cínica, porque los que defienden a los animales, en este caso al toro, no defienden ni a otros animales ni a los mismos seres vivos. No conozco a ningún animalista que se haya ofrecido a socorrer a los inmigrantes africanos que viven en malas condiciones en ciudades costeras a las que llegaron en pateras.

8.- Insultos en Twitter

La cornada a Rivera ha puesto de manifiesto nuevamente que hay gente con unos instintos muy bajos. La actual prevalencia de la opinión por medio de las redes sociales le ha dado voz a personas anónimas, que son capaces de alegrarse por la cornada e incluso llegan a lamentar que no haya ocurrido algo más dramático. Es el colmo de la aberración humana. Se supone que defienden al toro pero se alegran del mal humano. Esta es la sociedad actual, en la que el simple concepto de bondad ha desaparecido. Se puede estar en contra de una actividad, pero que una persona desee un mal irreversible a quien la practica es una muestra de la degradación moral que impregna a nuestra sociedad.

9.- Aficionados

Hay algo que se ha demostrado con meridiana claridad y que duele reflejarlo. En las mismas redes sociales hay gente que se supone que son aficionados, que le mandan fuerza al torero para recuperarse, pero lo hacen diciendo al mismo tiempo que quieren que mejore, 'a pesar de los pesares'. Hay quien dice que 'no es mi torero preferido, pero le deseo que mejore'. ¿Cómo se pueden mezclar las cosas en este momento tan delicado en el que un matador de toros lucha para sobrevivir? Las redes sociales nos han mostrado a miles de nuevos críticos taurinos, incapaces de deslindar su opinión sobre un torero con el deseo de una recuperación. Muchos han encontrado eco en estas redes y no son capaces de callarse a tiempo.

10.- Vuelta a los ruedos

No tengo ninguna duda sobre la gallardía y la casta de Francisco. Estoy convencido de que en estos momentos de dolor ya está soñando con la vuelta a los ruedos. En realidad, es algo común a todos los toreros cuando caen heridos. Nadie está capacitado para darle consejos a nadie, pero la mejor forma de olvidar es volver a ponerse delante del toro. Otra cosa es el futuro. Que nadie intente convencerlo para que lo deje ahora, porque su mente necesita sentir de nuevo al toro cerca de su anatomía para que su corazón torero vuelva a sentir el gozo único de la lidia a un animal bravo. Suerte, buena recuperación y que vuelva este mismo año como mejor terapia.

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04 julio, 2015

Política y toros

El escritor sevillano Aquilino Duque recogió el VIII Premio Manuel Ramírez que el periódico ABC otorga a textos taurinos. Duque se hizo aficionado en tiempos de Pepe Luis Vázquez. El centro de su universo fue la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Como se dijo en el acto, Aquilino es como España, uno, grande y libre. En su texto nos recuerda la relación evocada por Ortega entre el estado de la nación y la Fiesta de los toros. Así que si se admite esta premisa será necesario asumir que el asunto no invita al optimismo.

Esta España que vive días de incertidumbre, amenazada desde el interior de sus entrañas por sus propios hijos, abandonada en este trance por los mejores y más preparados, asistiendo a la subida a los centros de poder de personas sin el mínimo nivel educativo y cultural, todo ello mientras sigue teniendo en los toros una de sus principales actividades como forma de ocio y origen de una economía muy potente. Todo ello sin olvidar su fuente inagotable de inspiración para obras de arte.

La falta de cultura y de educación tiene mucho que ver en la situación de España, exactamente igual que sucede con la situación de nuestra Fiesta. Sólo desde el conocimiento y la promoción se llevará a la Tauromaquia a quienes no la aprecian porque nadie se la ha mostrado. Aquilino Duque es optimista y nos recuerda que estamos en un tiempo de transición, es decir que la etapa actual desembocará en un nuevo tiempo de esplendor. Sólo ocurre que este periodo se nos antoja muy largo. Para el escritor sevillano, tras la muerte de Manolete quedó el toreo en un tiempo de expectación. 

Según su teoría ya debe haber nacido el que ponga el toreo de nuevo en órbita y traiga la revolución a los ruedos. Nos queda la esperanza de que ello acontezca sin que España sufra acontecimientos ya pasados y que inevitablemente vuelven al recuerdo de muchos. Si el paralelismo entre política y toro sigue presente y lo damos por una tesis más que probable, muchos andan más que preocupados.
(*) Artículo publicado en la revista Aplausos

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30 junio, 2015

El toreo salió de la recesión en 2014

Los toros tuvieron en 2014 un impacto de más de 3.550 millones de euros en la actividad productiva del país. El dato lo publica el diario Expansión, que ha tenido acceso en exclusiva al Informe Económico elaborado por la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET).

El documento desvela que el número de asistentes a las plazas de toros subió un 4,97% el pasado año, hasta llegar a la cifra de 6 millones. Se trata del primer incremento desde 2006, año al que se remonta la estadística oficial.

De este modo, puede decirse que la tauromaquia ha salido de la recesión, ya que en 2014 no sólo aumentó la venta de entradas, sino también el número de festejos taurinos celebrados en toda España.
El estudio, que abarca incluso las plazas de cuarta categoría, habla de 1.919 tardes de toros, un 3,28% más que el año anterior.

Asimismo, los festejos populares alcanzaron su récord histórico pues el toro pisó las calles 16.313 veces en 2014, un 16,8% más que en 2013. 

El estudio, elaborado por Mar Gutiérrez, secretaria general técnica de ANOET, calcula no sólo la importancia económica de los espectáculos taurinos que se celebran en las plazas (2.290 millones de euros en 2014), sino también la de los encierros (1.269 millones).

Tal y como publica Expansión, al sumar ambas cifras se obtiene que el PIB taurino ascendió en 2014 a 3.559 millones. La cantidad es mayor que el gasto anual de ocho de los quince ministerios del Gobierno y, con ella, se podría pagar la pensión media de jubilación durante todo un año a 249.230 personas.

La autora del informe detalla que el impacto directo de la celebración de corridas, novilladas y festejos de rejoneo o mixtos ascendió en 2014 a 680 millones, en conceptos como venta de entradas, televisión, venta de la carne de las reses y los servicios de bar de las plazas de toros, entre otros.

Por su parte, gracias al toreo el turismo obtiene, de forma inmediata, más del doble de facturación que el propio sector taurino: 1.610 millones de euros al año (1.265 de manera indirecta y 345 de forma inducida). Casi tres cuartas partes de esa cifra se las llevan los hoteles y los bares y restaurantes. Y el transporte, alrededor de una quinta parte. "Hay 103 sectores implicados en el mundo taurino. Es un abanico muy amplio de actividades, que van desde el sector primario al terciario", apunta Mar Gutiérrez.

En España hay 2.205 municipios con toros. La autonomía con más corridas y novilladas es Castilla-La Mancha, con 422 tardes de toreo, seguida de Castilla y León (418), Andalucía (305), Madrid (304) y Extremadura, con 163. La región líder indiscutible en el número de festejos celebrados en las calles es la Comunidad Valenciana, que copa casi la mitad de los encierros que se celebran en España. En concreto, 7.866.

10 junio, 2015

Canorea, un adiós lleno de incógnitas

Eduardo Canorea deja de trabajar en la Empresa Pagés. Se jubilará en diciembre, pero ya desde estas fechas no es un trabajador activo en las oficinas de la calle Adriano. Eso no quiere decir que deje de ser uno de los propietarios de la empresa junto a sus dos hermanas. De momento no parece que vaya a vender su parte, entre otras cosas porque tiene hijos que trabajan en la casa y que serán sus herederos en el futuro.

Deja la empresa por motivos de salud. Puedo asegurar que es rigurosamente cierto. Y debo confesar que tengo mi cuota de responsabilidad al haberle aconsejado, solo desde un punto de vista médico, que debía apartarse de un trabajo que le estaba castigando duramente la salud. Y aunque se va por motivos médicos, a nadie se le escapa que Eduardo se va también porque no quiere que su presencia en la empresa sea un obstáculo para la buena marcha de la gestión. Todos saben que Canorea era el malo de la película. El día de la presentación de los carteles se pedía su dimisión, nunca la de otros miembros de Pagés. Cuando en la plaza hay voces contra la empresa, la diana siempre era Eduardo Canorea.

La Real Maestranza de Caballería no le ha forzado a retirarse, pero no hay que ser muy listos para comprender que la propiedad entiende que con su desaparición de la escena pueden mejorar las relaciones con los toreros disidentes. Canorea se marcha muy cansado, tanto en lo físico como en lo mental. Ha sido el centro de todos los dardos que se han disparado contra la empresa Pagés. Y es verdad, como reconoce en su carta de despedida, que ha cometido errores y se ha disculpado por ello. Entre otras cosas, a Canorea le ha faltado diplomacia a la hora de hablar, se ha exaltado con facilidad y no ha contado hasta tres para permanecer callado en algunas ocasiones. 

Ramón Valencia, solo o en compañía, seguirá en la gestión. Se incorpora Laura Canorea, la hija de Eduardo, que tiene un brillante futuro en las tareas económicas y administrativas. Algo ha cambiado en Pagés. Sin embargo, la pregunta es si será suficiente para que las aguas vuelvan a su cauce. Morante se ha apresurado a decir que no cambia nada, porque ‘tanto monta Ramón como Eduardo’. 

Todavía asistiremos a novedades. Se queda Ramón Valencia, solo o en compañía. La compañía puede ser un hombre conciliador y respetado por todos. Se ha hablado de Eduardo Dávila Miura. No está claro. Puede ser la incorporación de otra empresa a la gestión. El invierno será interesante en torno al futuro de la empresa Pagés. 

Y como telón de fondo siempre quedará el asunto del contrato entre Pagés y la Real Maestranza. Siguiendo una costumbre inveterada, los maestrantes callan. Se ha sabido que se prolongó el contrato cuando se hicieron las obras de las gradas, que corrieron a cargo de la empresa. Algunos cifran la fecha en 2024 ó 2025. En este aspecto, la propiedad es muy respetuosa con lo pactado. 

Así que seguirá Pagés por lo menos 10 años más. Y debe hacerlo con nuevas estructuras, más dinámicas, más abiertas, como una empresa moderna en todos los sentidos. Deberá cambiar todo lo que sea necesario para volver a encontrar unos años de normalidad. Mientras, Eduardo Canorea se ha alejado de su puesto de trabajo porque lo primero es la salud, pero también porque su cabeza tenía un precio. No cabe ninguna duda de que, al margen de las recomendaciones médicas recibidas, Canorea ha pensado en el futuro de una casa que lleva más de ochenta años en la plaza de toros de Sevilla.


02 mayo, 2015

Cortegana: Garrido se llevó el duelo con Borja

El festejo celebrado en Cortegana fue un éxito. El reto que se lanzaron Borja Jiménez y José Garrido fue recogido por el empresario Jorge Buendía. Se eligieron seis toros de distintas ganaderías, todas ellas de prestigio. El de Fuente Ymbro no se lidió porque se partió los pitones en el manifiesto. La presentación estuvo de acuerdo con una plaza de tercera o más, como los de La Dehesilla y Pereda. 

La plaza registró una aceptable entrada, aunque probablemente menor de lo que esperaba la empresa. La expectación en el mundo del toreo fue enorme. En el tendido había muchos profesionales taurinos y de los medios de comunicación.

Ganó José Garrido por preparación y mejor espada. El extremeño se mostró suficiente, con sitio y capaz. Exhibió un toreo templado y técnico. En algunos momentos añadió buen gusto a su toreo. Cinco orejas fue su balance. Solo un consejo: cuando un toro se resiste a doblar hay que descabellar. El feo espectáculo con el de Victorino, amorcillado en tablas, no fue de recibo. En cualquier otra plaza le hubieran dado los tres avisos.

Lo de Borja fue una sorpresa. El primero lo cogió y le dio un golpe en la rodilla derecha. A partir de ahí se mostró desorientado. No fue el torero conocido en ningún momento. Estuvo descentrado con el percal y la espada. Con el capote pudo ofrecer algunos destellos de su estilo. Fue una mala tarde de la que debe sacar conclusiones, porque su crédito está intacto. Entre otras cosas debe estar muchas horas con el carretón porque no se puede matar de forma tan pésima. 

Toros los toros embistieron, lo que es una buena noticia. Los de Pereda, el primero con el hierro de La Dehesilla, fuenron encastados y más noble el de Pereda que el que lidió en primer lugar Borja. Nobílisimo el de Miura, lo mismo que el de Victorino, premiado de forma excesiva con la vuelta al ruedo. Noble pero flojo el de Murube y bueno el de Marca. 

En resumen, un festejo interesante y un triunfo para el empresario Jorge Buendía, lo mismo que para José Garrido. La fotos que acompañan este texto son de Álvaro Pastor Torres. 

29 abril, 2015

La Feria de Sevilla de 2015

La Feria de Sevilla se ha salvado. Si en 2014 se habló de fracaso absoluto, este año el ciclo sevillano ha salido indemne de la ausencia de cuatro figuras. Es decir, que mucho cuidado deben tener los ausentes porque se ha demostrado que al final nadie es imprescindible, ni en los toros ni en ninguna parte.

La Feria ha tenido unas entradas mejores de lo esperado. Salvo la media entrada del lunes de la semana de farolillo y el de la matinal de rejones, la media ha sido de unos tres cuartos de plaza con varios llenos y dos no hay billetes. Manzanares llenó la plaza en sus cuatro tardes. La empresa ha respirado en la faceta económica, a lo que hay que sumar los ingresos por la televisión.

Ha habido un nivel medio de toros más que aceptable, sobre todo por la mejoría final. Ha sido un ciclo que ha ido de menos a más. En materia de toros las corridas de Fuente Ymbro, El Pilar, Victorino Martín, Núñez del Cuvillo, Jandilla y Miura ha sido las destacadas. Son seis corridas notables. Otra cosa es que los matadores aprovecharan los toros. El fracaso ganadero llevó los nombres de Cayetano Muñoz, Montalvo, Torrestrella, Victoriano del Río y Juan Pedro-Parladé, aunque en estas corridas hubo toros sueltos encastados o bravos. 

Los mejores toros de la Feria fueron Mecanizado, de Victorino, y Encumbrado, de Cuvillo. El segundo debería haber sido premiado con la vuelta, como se hizo con el primero. Sus lidiadores no acertaron con la espada y no se les cortó ni una oreja. También aparecen en el cuadro de honor ganadero los nombres de Muñeco, de Cayetano Muñoz; Turulato y Belicoso, de Fuente Ymbro; Portilloso y Alambisco II, de El Pilar; Flechillo, de Juan Pedro; Paquecreas, de Victorino; Rosito, de Cuvillo; Jugarreta, de Jandilla, y Trapero y Barbareto, ambos de Miura.    

Los matadores que han destacado son los siguientes: Espartaco y Dávila Miura, ambos en su reaparición en Sevilla; Borja Jiménez, a buen nivel en su alternativa; Joselito Adame, muy firme; Antonio Nazaré, que superó una cogida para cuajar a un buen toro de Fuente Ymbro Pepe Moral, con ansias de triunfo; José María Manzanares, que se llevó dos orejas fáciles en la de Victoriano del Río y perdió cuatro en la de Cuvillo en dos faena de enrome estética aunque más valiosa la segunda; Finito de Córdoba, autor de una faena de trazos muy bellos; Castella, en mejor tono que otros años; José Garrido, que se peleó con una fiera de Juan Pedro y superó el envite; Antonio Ferrera, enorme con el de Victorino; Manuel Escribano, definitivamente consagrado como un torero completo, y Padilla, siempre entregado.

Se quedan como estaban tras su paso por la Feria espadas como Oliva Soto, Esaú Fernández, Javier Jiménez, Daniel Luque, Lama de Góngora, Enrique Ponce, David Galván, El Fandi y Miguel Abellán. Bajan su cotización Arturo Saldívar, El Cid, Rivera Ordóñez e Iván Fandiño.

No ha habido triunfador porque ningún torero ha cortado las dos orejas a un toro. Podrían haberlo hecho Ferrera y Manzanares pero la espada no funcionó. Las mejores faenas llevaron las firmas de estos dos toreros. En todo el ciclo, desde el Domingo de Resurrección a la de Miura, se cortaron 19 orejas, de ellas siete por rejoneadores y 12 por los matadores de toros. 

Dos trofeos fueron para Espartaco, Manzanares y Escribano. Quien más orejas paseó fue el rejoneador Ventura, con tras orejas. El onubense Andrés Romero cortó dos orejas a un toro. Otra fue para Fermín Bohórquez en su despedida de Sevilla, lo mismo que Rui Fernandes. Con una oreja aparecen Borja Jiménez, Joselito Adame, Antonio Nazaré, Pepe Moral. Juan José Padilla y Dávila Miura.

Ha sido una feria de grandes picadores. Los nombres más destacados son los de Juan Francisco Peña, Manuel Jesús Ruiz Román, José Manuel Quinta, Dioniso Grilo, José Antonio Barroso, José Doblado, Josele, Curro Sanlúcar, Domingo García ‘Jabato’, Manuel J. Bernal, Chicharito y Chocolate (no es broma). 

Y también hubo grandes toreros de plata. En primer lugar queda Curro Javier, inmenso las cuatro tardes que toreó. A buen nivel Curro Robles, Alcalareño, José Chacón, Javier Ambel, Abrahán Neiro, Lipi, Jesús Díez 'Fini', Rafael Rosa y Luis Blázquez.  

La autoridad cumplió en general con algunas excepciones. Las corridas estuvieron bien presentadas con la excepción de algunos toros de Juan Pedro Domecq y otros de Victoriano del Río. En el palco, facilidad para los trofeos en la de rejones del día 19, donde sobraron trofeos. Por lo demás, corrección en general.

El ambiente en la plaza se ha deteriorado por la ausencia de aficionados y la llegada de público. Solo en la corrida de Miura la Maestranza recordaba a la de siempre. Hubo muchas peticiones de música que no venían a cuento, por mucho que la banda anduviera en un tono muy desigual. Tocó sin motivo más veces de la cuenta y cortó de forma abrupta los pasodobles cuando los diestros estaban en la cara de los toros. En ese ambiente enrarecido, hubo dos cantaores en el tendido que desentonaron. Es necesario eliminar de forma radical el cante en la Maestranza. 

La autoridad debe alertar a los toreros para que no retrasen el paseíllo. Las corridas transcurren de forma lenta y el palco debe buscar fórmulas para agilizar la lidia. No es de recibo que una corrida dure más de tres horas. El público llega tarde a los toros e impide que muchos asistentes puedan ver la lidia del primer toro. Se debe cortar el acceso al tendido cuando el palco saca el pañuelo para que salga el primero. 

En resumen, una feria con mejor nivel general. Los toreros ausentes se lo deben pensar en el futuro. Este año su ausencia se ha notado menos y así ocurrirá hasta que nuevos toreros ocupen sus lugares. Sin embargo, el sistema sigue corrupto. Ya han aparecido carteles de ferias y van a torear espadas que no han estado en Sevilla o lo han hecho mal. Mientras que los triunfadores y los jóvenes seguirán en el banquillo. Más tarde o más temprano debe llegar la justicia al toreo. Lo malo es que cuando llegue algunos se habrán lucrado con sus artimañas.

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09 marzo, 2015

La felicidad taurina es imposible en Sevilla

No recuerdo ningún año en el que la aparición de los carteles fuera recibida con el aplauso unánime de todos. Incluso en los tiempos de bonanza económica y normalidad en las relaciones entre toreros y empresa hubo siempre discrepancias. La situación actual está marcada por la profunda crisis económica que ha dejado los bolsillos de la mayoría sin caudales, al tiempo que se ha producido un enfrentamiento feroz entre los mejores toreros y los empresarios.

La crisis económica se ha agudizado para la empresa con la suma del elevado canon  que debe pagar a la Real Maestranza junto a unos impuestos generales excesivos. De cada 100 euros que entran en la plaza, menos de la mitad repercute en el propio toreo, es decir para pagar a toreros, ganaderos y a los propios empresarios, que mantienen una estructura empresarial que genera unos gastos considerables. 

Esta situación se ha agudizado en los últimos años, sobre todo después de algunas declaraciones llamando la atención sobre la realidad, hechas de forma altisonante, y que han sido la gota que ha colmado un vaso que  ya tenía desde hace tiempo presentaba una gran inestabilidad. Las relaciones con los toreros no eran buenas por variados motivos – con especial mención a los habituales desencuentros entre Morante y la propia empresa -, de forma que todo ello desembocó en la postura adoptada por las cinco máximas figuras a finales de 2013. Allí advertían que no volverían a torear en Sevilla mientras que esta empresa estuviera al frente de la empresa.

Esa situación parece que ha desaparecido. De hecho, al margen de la contratación de Manzanares, los restantes espadas han negociado este año para volver a torear en Sevilla. El caso de Perera es una excepción. Se entiende que estaban dispuestos a torear en la Maestranza. No se podría entender que El Juli y Talavante hayan hablado de corridas y compañeros si su primitiva intención era faltar a la cita sevillana. Sin embargo, lo que ha trascendido de esas negociaciones deja en mal lugar a los matadores, porque una vez que entablan conversaciones no parece que haya suficientes problemas como para desertar un año más de la feria. Todo ello con especial mención para el comportamiento de Morante, que ha dilatado las negociaciones hasta el punto de que los empresarios estaban convencidos de su presencia en la Maestranza, para finalmente dejar de torear por una serie de explicaciones que el aficionado normal y corriente no acaba de entender. Algunas explicaciones posteriores del torero y su apoderado no tienen consistencia.

Con esta situación de cuatro toreros importantes fuera del ciclo, la empresa ha confeccionado una feria con carteles que tienen mucho atractivo, pero que cojean por la falta de algunos toreros. Entre todos ellos, hay algo que ha sido señalado de forma negativa: la ausencia de Diego Urdiales. Y más que su ausencia, ha sido mal comprendido que ni siquiera se le haya llamado para ofrecerle algún puesto. Hay sitio sobrado para el riojano porque hay toreros anunciados que no pintan nada en la Feria.
Hay más toreros posibles: Salvador Cortés, Curro Díaz, Miguel Ángel Delgado, por ejemplo. Pues tampoco hubiera sido difícil incluirlos a la vista de los que están contratados. Todo ello con el detalle de que es una Feria mucho mejor que la de 2013 y que hay carteles con mayor interés para el aficionado.

La guinda de estos días ha sido la subida del abono. La empresa ha suprimido la bonificación del 15% que aplicó en 2014 y además ha incrementado el precio final con una novillada de más que se anuncia. En la rueda de prensa, de forma rápida y con escasa precisión, se dijo que se mantenían los precios. Esta subida, como no podía ser de otra forma, ha sido mal recibida por los abonados y podría repercutir a la hora de pasar por taquilla, mucho más un año en el que de nuevo la feria será televisada.
Así que es una pena que un ciclo con carteles y argumentos atractivos se quede empañado por detalles que podrían haberse evitado. La falta de llamada a Urdiales y la subida del abono han sido dos noticias negativas que vuelven a ensombrecer la temporada de 2015. Y es que en Sevilla parece que es imposible la felicidad taurina. 

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03 marzo, 2015

Rueda de prensa con megáfono en la calle

La presentación de los carteles de la Feria de Sevilla se convirtió en una larguísima exposición de fechas, citas, reuniones, contactos, mensajes, comidas, llamadas y mil detalles más por parte de Ramón Valencia. Más de 45 minutos explicando las negociaciones fallidas con Perera, El Juli, Talavante y Morante. Eduardo Canorea guardó un prudente silencio. En la calle, un grupo reducido vociferaba con megáfono en mano para torpedear el acto. Pedían la dimisión de Canorea, solo de Canorea. 

Después de la exhaustiva disertación de Valencia se abrió el turno de preguntas, aunque antes el empresario había dejado claro que no iban a opinar sobre la decisión de los ausentes. Quería que cada cual sacara sus conclusiones. Hubo pocas preguntas. Sobre la incomparecencia de Diego Urdiales no hubo ninguna razón especial para justificar lo que era un clamor. No vale decir que no se le ha llamado porque no podían darle un puesto adecuado. Tampoco vale decir que la petición de algunos toreros de dos corridas ha impedido la contratación de otros diestros. Diego Urdiales debería haber sido una prioridad a la hora de confeccionar los carteles de Sevilla.  

Es verdad que hubo pocas preguntas, pero es que Ramón Valencia lo había dejado todo trillado. Explicó lo sucedido, según sus notas y su versión, y declaró que no iba a entrar a valorar lo sucedido. Por eso alguna pregunta reincidente sobre los tiempos de llamadas, o preguntando los motivos de no contactar antes con algún torero, tenían poco sentido. Valencia había dibujado todos los pasos que la empresa había seguido (solo le faltó reseñar el menú de algunos almuerzos). 

Que Manzanares acepte torear en julio no quiere decir que fuera obligatorio publicar esa decisión en esa fecha. A los toreros se les llamó por orden, coincidieron en ganaderías, hubo que pedirles que dejaran alguna; en definitiva, se intentaron gestar unos carteles en los que la falta de voluntad por parte de los toreros ha sido determinante para que no acudan a la Feria más prestigiosa del mundo. 

Perera fue claro desde el principio. Otra cosa es que los motivos sean coherentes. Cuando un torero triunfa no debe quitarse de las plazas importantes; al revés, deben ir para confirmar su primacía. Pero no hay nada que objetarle. Desde el principio dijo que no quería torear en Sevilla.

En el caso de El Juli, la impresión es que sus motivos son que no toreaba Perera y que no se había hablado aún con Talavante. Cada uno manda en su hambre y en su fortuna. No parece que El Juli tuviera razones para quitarse del cartel.

Lo de Talavante raya el esperpento. Le dan lo que quiere, lo acepta su apoderado y se quita en un micrófono. Es más, habla de maltrato. Su representante, José Miguel Carvajal ha tenido que admitir que no hubo maltrato. 

Y lo de Morante se conoce con mensajes incluidos. Cinco corridas, carteles de lujo, sin haber hablado de dinero, con todas sus peticiones satisfechas, con un interlocutor para tratar de revertir la situación y un comunicado mínimo y nada más. Luego se han conocido los detalles de algunos mensajes que dejan su imagen a los pies de los caballos.  

La Feria tiene argumentos. Por supuesto, es mejor que la de 2014. Valencia explicó bien el motivo de que no se anunciaran las ganaderías en diciembre. No podían con las idas y venidas de los matadores. Es excesiva la segunda tarde de algunos toreros y falta Urdiales. Esta ausencia, sin ninguna explicación válida, enturbia un trabajo que no ha sido fácil antes las circunstancias. Y también deberían estar en los carteles Salvador Cortés y Miguel Ángel Delgado.

La feria vuelve a Canal Plus. Los abonos no bajan. Las novilladas son de lujo. San Miguel es una incógnita. En fin, que la empresa debe espabilar porque a la vista de lo contado las posturas han quedado muy enconadas para el futuro. De pronto me acordé de aquellas presentaciones en Río Grande con mariscos por medio. De aquellos banquetes hemos pasado a un acto con cuatro tíos gritando en la calle con un megáfono.  

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23 febrero, 2015

José Antonio Morante Camacho pincha en hueso

Morante se ha negado a torear en Sevilla por segundo año consecutivo. El pasado año lo hizo con cuatro compañeros. En esta ocasión del G-5 se ha pasado a G-4. Da igual. Si en 2014 podía tener alguna justificación – sería más que cuestionable si la tenía- es evidente que este año no tiene ningún argumento para explicar su ausencia.

Pidió que la empresa pidiera disculpas de forma pública. Así lo hicieron los empresarios. Manifestó que Sevilla se merecía otra oportunidad. Exigió que se entrara en contacto con Perera, El Juli, Talavante y Manzanares (éste ya había llegado a un acuerdo anterior con la empresa), algo que se ha hecho. Si Perera y El Juli no quieren torear se supone que tienen sus razones. Lo que Morante no puede exigir es que además se pongan de acuerdo. En definitiva, que se han dado los pasos que ha marcado el de La Puebla. Se habló de corridas, sus veedores fueron al campo, se sumó la de Cuvillo al elenco por petición suya, para que al final se descuelgue con razones de poca consistencia para no torear en Sevilla. Habla de la pendiente del ruedo, de que la empresa le quería incluir en carteles sin remate (más bien era que Morante exigía unos carteles concretos). Morante se quita de Sevilla cuando ya le había enseñado el caramelo de su presencia este año. La empresa estaba dispuesta a contratarlo en cinco corridas de toros durante la temporada. Su actitud es una afrenta a Sevilla. En esta ocasión no tiene ninguna defensa.

De forma colateral, y como únicas explicaciones por parte del torero, se han conocido algunos fragmentos del mensaje que mandó al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. El mensaje es la apoteosis del disparate. El objetivo de su ira son los empresarios. Se refiere a que hubo muchas dilaciones en el tiempo tras las negociaciones y a que la empresa no remataba bien sus carteles. Es verdad que en ningún momento dice que si su apoderado mexicano fuera el empresario de Sevilla volvía rápido a la Maestranza. Dice que toreará en Sevilla con cualquier empresa menos con Pagés.

En el colmo de lo intolerable, se han conocido algunos detalles del mensaje enviado al periodista Fernando Carrasco de ABC. Es absolutamente inadmisible y ante esas expresiones no caben ni siquiera las posibles disculpas del futuro.

La empresa EMTSA ha mandado un comunicado negando su intención de hacerse cargo de la plaza de Sevilla. Dice que las razones de Talavante son personales. Y sobre Morante asumen que “no se llegó a un acuerdo en las negociaciones ya que la empresa Pagés antepuso su interés personal al interés del abonado y de la afición de Sevilla. Los carteles que ofreció la empresa estaban muy por debajo de la calidad de la Plaza que gestionan”. No parecen razones suficientes para un final tan catastrófico.

Pero claro, todo esto lo que transmite es un antiguo y grave desencuentro entre el torero y la empresa. Es verdad que la empresa se ha equivocado, pero de eso a lo que ahora está ocurriendo hay una distancia sideral. Además, se admiten las explicaciones de la empresa mexicana, pero deben entender que es altamente sospechoso que Talavante y Morante, sus dos toreros, no quieran torear en Sevilla por causa mal explicadas.

Al artista Morante se le ponen las cosas difíciles para volver a Sevilla. La empresa Pagés tiene un contrato firmado con la propiedad. Y en ese contrato hay unas obligaciones económicas que debe cumplir, por mucho que el porcentaje sea alto, pero hay que cumplirlo. La Real Maestranza no va a romper ningún contrato con su empresa, que en otros años ha demostrado que están capacitados para organizar ferias de categoría.

En el fondo, es una verdadera pena que un artista tan de Sevilla se haya cerrado las puertas de la Maestranza de esta forma. Todo lo que ha conseguido queda empañado con su actitud actual. Bien por imposición, bien por capricho o venganza contra Pagés, se ha cerrado las puertas de la Maestranza. En su historia faltarán triunfos en la plaza de mayor categoría del mundo. Ya casi se nos está olvidando la media verónica. No basta con ser artista, hay que ser persona. José Antonio Morante Camacho ha pinchado en hueso.

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Cuando esto se acabe

La frase más repetida, la que sale de lo más profundo de nuestros corazones es, “cuando esto se acabe”. ¿Cómo será ese día de la vu...