El veredicto del jurado del
certamen de novilladas de las Escuelas de Andalucía ha provocado reacciones
curiosas. Ya saben que se proclamó triunfadores a José Garrido y a Lama de
Góngora, el primero invitado a este ciclo y procedente de la brillante Escuela
de Badajoz. La controversia está basada en que son muchos los que discrepan
porque piensan que Garrido debió ser el triunfador porque cortó tres orejas, al
tiempo que se deja entrever que todo estaba dispuesto para premiar a Lama.
Garrido es un torero que
promete un futuro muy brillante por su inteligencia en la cara de los erales.
Está ya para empresas superiores y da gusto verlo en la plaza, sobre todo cuando se enfrenta a novillos que no son buenos. En la final se enfrentó primero a un eral enorme
y estuvo bien. Con el quinto, malo, estuvo bien de verdad. Lama realizó una
gran faena al primero de su lote, buen eral sin llegar a la condición del
segundo. El fallo con la espada le dejó sin las orejas. Y con el sexto, menos bueno,
dejó la impronta de su calidad y también de su ambición. Como lo mató bien
cortó dos orejas. Lama es un torero de una calidad superior. Basta verlo citar
y cómo carga la suerte en el embroque, como vacía las embestidas, qué forma tiene de
adornarse tiene qué pases de pecho más rotundos nos regala. Y, a pesar de su escaso
recorrido por la Fiesta, tiene algo impagable: torería.
Como aficionado disfruto
cuando surge un torero nuevo que tiene buenas condiciones. Disfruto con Garrido
y con Lama. Y también soy algo localista, porque si el torero que me ilusiona
es de Andalucía, entonces ya el gozo es mayúsculo. Si es de Sevilla, más
todavía. Creo que el resultado salomónico de esta final es bastante justo. Si dan como triunfador a Garrido, pues no hubiera pasado nada. El toreo de Lama tiene las
bases de lo eterno. Debe corregir muchas cosas, pero posee los cimientos para
gustar a cualquier buen aficionado.
Lo mejor de las reacciones
contra el empate decretado es que de nuevo se confirma que todo lo relacionado
con Sevilla sigue produciendo un escozor incomprensible. Lo bueno para Lama es
que ya tiene quien lo discuta. Lama tiene ya quienes no se alegran de sus
triunfos. Es decir, que Lama tiene todas las condiciones, si lo cuidan y
persevera, para ser un torero que llene de satisfacciones a los buenos
aficionados. Su triunfo ha sido contestado. Eso es porque es muy bueno. Y
porque es de Sevilla. Decían que si Garrido hubiera nacido en Triana… Si
hubiera nacido en el barrio trianero los sevillanos estaríamos locos de
contentos, pero sería un tipo de espada que puede nacer en cualquier parte. El de Badajoz es un gran proyecto de torero
inteligente y capaz. Lo de Lama es otra historia, es completamente distinto…
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