La dinámica del tiempo nos ha llevado de la Feria de Sevilla
a San Isidro sin solución de continuidad. La noticia está en Las Ventas, donde
cada tarde se jugarán su futuro los matadores anunciados. Pero no está demás
que desde este púlpito echemos una mirada a Sevilla, entre otras cosas porque
los problemas del toreo en la ciudad andaluza pronto aparecerán en Madrid, si
no están ya instalados.
De todo lo sucedido han tenido cumplida información. Lo que
me parece preocupante es que nuevamente se ha comprobado que la suerte de varas
está en peligro de muerte. De todos los toros lidiados en Sevilla, apenas a una
docena se les ha picado con arreglo a los cánones. La escasa pujanza del toro
obliga a muchos lidiadores a solicitar a sus picadores que cuiden del animal y
que levanten el palo. Muchos toros no se han picado en la Feria.
Hay un grupo de aficionados que se excita cuando a un toro
se le coloca bien en suerte para que se arranque al caballo. Pero son los
menos. La plaza ha aplaudido a los picadores porque no han picado. A eso se le
llama ahora dosificar la suerte. La masa anula a los pocos aficionados que
asisten a los tendidos y esos aplausos dedicados a quienes han omitido uno de
los momentos más bellos de la corrida son un castigo a los que están educados
en otro tipo de Fiesta.
Bendito sea el público que llena las plazas de toros, al
margen de sus conocimientos, porque ellos están contribuyendo a mantener este
espectáculo. Ese mismo público ocasional se ha emocionado cuando un toro ha
acudido como bravo al caballo. Por tanto, es cuestión de hacer una Fiesta bien
hecha para que prevalezca la pureza.
En Sevilla ha habido muy pocos picadores que hayan
practicado la suerte de verdad. Estoy impaciente por comprobar si en San Isidro
se mantiene el tercio de varas con un mínimo de dignidad. Si se ponen los toros
en el sitio para que se arranquen al caballo. Si los picadores hacen la suerte.
En definitiva, si los toros se pican o no. Dicen que el toro actual no permite
dos puyazos en regla. Si es así, es una mala noticia. A los primeros que les
interesa la supervivencia de la suerte de varas es a los picadores, aunque
comprendo que deben obedecer al jefe de filas. La suerte de varas languidece.
Que no se muera, por favor.
La mejor información taurina en /http://sevillatoro.es/
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