En los últimos días del año pasado y en los primeros del
presente casi todo ha sido negativo para la Fiesta. Se murió Juan Silveti,
Sevilla repite ganaderías en plan triunfalista, la Diputación de Zaragoza
triplica el canon del arrendamiento de la plaza, en Cali y Manizales han salido
corridas muy mal presentadas, en Andalucía se recogieron firmas para que Manuel
Díaz no presentara las uvas de fin de año, ninguna empresa quiere acudir a
Vitoria... Es un suma y sigue en la espiral en el que se encuentra inmerso el
mundo de los toros.
De todas las noticias referidas matizo lo de Sevilla. La
repetición de las mismas ganaderías del año pasado, salvo el sacrificio de
Daniel Ruiz y la llegada de La Palmosilla, debe interpretarse como un signo de
satisfacción por parte de la empresa por el juego ofrecido por las corridas de
2017 en la Feria sevillana. Salvo tres o cuatro encierros más completos, así
como toros sueltos, el balance no debe ser tan optimista. Si el empreño de la
empresa es la de ganar abonados a base de ofrecer grandes espectáculos, algún
cambio más profundo se hubiera agradecido. Es evidente que el ganado está
elegido para que las figuras se sientan a gusto. Al aficionado le gustaría
mayor variedad en un ciclo de dos semanas de toros.
Volviendo al principio, el año comienza con la esperanza del
trabajo de la Fundación del Toro de Lidia, que es la única entidad en que se
puede depositar la seguridad de la defensa y la promoción, por mucho que el
trabajo que tiene por delante Victorino Martín sea de una complejidad que raya
en la heroicidad. Está muy bien la defensa y la promoción, pero la realidad es
que quien acometa esta labor debería comenzar por establecer los cánones
precisos para que la Fiesta gane credibilidad, algo que se consigue con un
trabajo encaminado a llenar de emoción la plaza. Y la emoción se consigue con
un toro encastado e íntegro (ahí hay un trabajo por realizar ante la
implantación generalizada de la sospecha de manipulación), y unos toreros
capaces. Mientras el tinglado interno del toreo se mantenga tan viciado, los
que mandan hagan y deshagan a su antojo y la tendencia de algunos sea lo de
humanizar la corrida, la Fiesta seguirá en peligro ante una sociedad que se
aleja de las plazas.
La mejor información taurina en http://sevillatoro.es/
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